jueves, 27 de octubre de 2011

253. hasta luego…

Pasó un tiempo desde que hablé con mi corazón mientras mi boca la besaba a Fernanda.
Las nuevas mañanas en que el sol entra por la ventana y nos descubre acariciándonos son muy parecidas a las noches en que la Luna nos regala su reflejo.
La soledad fue echada a patadas por la buena compañía y mi cepillo de dientes azul comparte el baño con uno verde claro provocando la sonrisa al natural frente al espejo.

Un viejo sabio, de esos que se encuentran en los bares camuflados entre el humo del cigarrillo y del café, me dijo una vez: “Muchas veces necesitamos caernos para aprender a levantarnos”.
Siento que a causa de tantas caídas y tropezones mortales, ya soy todo un especialista en levantarme. Pero ahora quiero mantener el paso firme y seguro avanzando hacia donde debo (y quiero) ir.

Y más allá del amor recuperado y renovado junto a Fernanda, están mis queridos y amados amigos.
Cada uno de ellos siendo y haciendo de mí, lo que en gran parte soy.
Mis hermanos de selección como gran regalo de la vida.

Y la escritura…
Esta escritura no tan a diaria pero con el alma volando cada día y cada noche para entregarme por completo a las letras por escrito para quien guste de ellas, y para intenso placer mío.


Hoy, después de casi tres años de “Mi vida a diario”, hago una pausa intensiva y extensiva de la misma.
Aquel primero de enero del 2009 necesitaba contar demasiadas cosas de las que me venían sucediendo.
Mis amigos me alentaron a hacerlas por escrito, y algunas mujeres a abusar de juegos literarios… entre otros juegos también divertidos.

Les quiero agradecer absolutamente a todos aquellos lectores que participando de manera activa o simplemente leyendo, los que me estuvieron acompañando desde un principio, los que se sumaron en alguna estación a mitad de camino, con aquellos que compartí (y comparto) charlas prolongadas vía mail, y también a aquellos seres elegidos con quien hubo extensiones de otras vías en un mundo más terrenal.

Me despido de este blog que me dio tantas alegrías, pero como es mi sana costumbre, no lo hago diciendo chau, sino hasta luego…

Gastón

martes, 25 de octubre de 2011

252. la respuesta a todos los enigmas

–¿Vos estás enamorado de mí o me amás?
La miré a Fernanda a los ojos con una intensidad que me pude ver reflejado y algo despeinado, y con una sonrisa que no me acordaba que tenía.
Me acerqué lo suficiente como para que nuestras respiraciones se besaran primero en el aire.
Pasé mi mano por su cintura y atrayéndola hacia mí sujetado a su cadera, le contesté:
–Te amo. Te amo tanto que me sigo enamorando de vos.

jueves, 6 de octubre de 2011

251. la inestabilidad de la primavera

La primavera se encuentra demasiado inestable y se nota en el ambiente humano…
Muchos cambios, muchas puestas en escena, y demasiado histeriquismo se dejan ver por doquier.
Tratando de aislarme a todo ese enjambre, logré refugiarme en la lectura como a mí me gusta.
Fue entonces así que el otro día terminé con “Cumbres Borrascosas” y ahora comencé vertiginosamente con “Ana Karenina”, y cuando ya voy por la página noventa y pico me doy cuenta que las dos tienen su historia de amor impregnada en sus hojas.
¿Acaso todas las historias hablan de amor?
Supongo que sí…
El amor y el desamor es un absoluto que lo domina todo, y no sólo entre las relaciones humanas. Sin embargo estas son las que más pareciera que nos interesan a la mayoría de nosotros…


–También está el amor por el sexo, no? –preguntó en forma de respuesta Pablo cuando hablábamos sobre el tema.
–En tal caso entonces te podés enamorar de ciertas posiciones… –agregó Sergio.
–¿Nunca van a poder separar el sexo del amor, ustedes? –nos retó Fernanda pero sin poder ocultar la sonrisa.
–Según mi teoría –se puso para largar la bomba Sebas– la prueba de fuego para enamorarte o no, es a través del sexo. Si fue bueno, te enamoraste. Si es malo, quizás busques una segunda oportunidad, pero no llegás a la tercera, y mucho menos a enamorarte.
–Tus teorías están falladas… –encendió Lorena la polémica.
–La que está fallada sos vos si te enamoraste de alguien que no te hace gozar en la cama.
El silencio que se produjo después del contragolpe de Sebas, nos hizo pensar que Lore no estaba pasando por un buen momento entre las sábanas…
Sin embargo continuamos con la filosofía casera de la que tanto disfrutamos.
–Yo me enamoré de Camila antes de ir a la cama con ella –protestó con inocencia Cris–. Lo que quizás indica que no es lo mismo enamorarse que sentir amor.
–Obvio que no –continuó Sebas con su clase teórica–. Enamorarse es como una calentura formal. El amor ya es la bendita perdición del ser humano.
Aprovechamos a pensar sobre el tema mientras íbamos por una ronda de algo para tomar.

Fernanda se me acerca y me pregunta qué pensaba de todo esto, ya que andaba tan callado.
–No, en nada en especial –contesté intentando desviar el tema, su mirada, y sobre todo, la pregunta que, de manera inevitable, sabía que me haría… y que me hizo:
–¿Vos estás enamorado de mí o me amás?