Anoche domingo regresé a la ciudad después de un impar de días de notoria ausencia por estos pagos. Estuve en la costa, más exactamente en Mardel y bien acompañado. Pero la historia comenzó una tardecita cuando…
Tenía el ánimo atrapado bajo la suela del zapato. Como me hice amigo de una plaza cercana, me fui para allá a sentarme bajo la sombra al natural de algunos de los árboles o la sombra de mármol que ofrece el extraño monumento a quién sabe quién.
En el bolsillo de la campera tenía un paquete de Gitanes, y después de más de media década, decidí darle un beso de humo a mi antiguo vicio gitano. Antes de que la oscuridad se hiciera presente, la que sí apareció fue Carolina, con una sonrisa que delataba haber realizado alguna travesura… o con ganas de cometerla.
Se sentó a mi lado y me preguntó qué me pasaba, y simplemente le conté que como buen humano nostalgioso que soy, además de extrañar la música de los 80’, también me encontraba haciendo lo mismo con mis seres queridos. Pero claro, ella era más chica que yo y además estaba en pleno proceso independiente, por lo que le aclaré que más allá de mi hermana y mi sobrina Tami, estaban todos mis amigos y había días con sus tardes y noches que sentía necesitarlos.
¬ −Y seguramente a alguna mujer también −quiso saber Carolina con cierta inocencia, pero mi mente se encargó de no recordar a nadie para no agudizar el estado.
Al otro día recibí un mensaje de ella pidiéndome que vaya a la dirección que me había mandado.
Sin la puntualidad requerida toqué el timbre del lugar y Caro abrió la puerta junto a una enorme sonrisa.
Me encontraba en el departamento de ella y me llevó directamente a la habitación. A una de las dos habitaciones que tiene. Precisamente en la que no hay cama alguna y sí un par de compus y varios monitores de distintos tamaños.
−Este es el cuarto que uso de estudio fotográfico −me explicó después de ver mi cara extrañada.
Enseguida abrió un par de carpetas y al mismo tiempo que desplegaba una imagen en el monitor más grande me pidió que me acercara a ver la misma y darle mi opinión.
−¿Y, qué te parece?
Me dispuse a mirar la imagen con mayor atención. En ella se veía a un hombre fumando con su rostro cubierto por el humo y con sus ojos clavados en algún lugar indeterminado.
−¿Estás haciendo una campaña contra el cigarrillo?
−Pero… ¿No reconocés al tipo? −me preguntó entre divertida y ofendida.
−La verdad que no… Es que no se le ve la cara y además… Esperá… ¡Ese soy yo!
−¡Por fin! −exclamó riéndose. Claro que sos vos. Te la saqué el otro día cuando te encontré en la plaza.
−Ahhh…
−Y si me lo permitís… La voy a usar para un Concurso de Fotografía que se va a hacer en Mar del Plata.
−Yo no tengo problema, pero… ¿Estás loca?
−Jajajaja… No, ¿por qué? La imagen es buena y además el premio es de diez mil pesos. Si gano te doy la mitad.
−¿Y si perdés? −le pregunté siguiéndole la corriente.
−Nos quedamos unos días en la costa divirtiéndonos y pasándola bien. ¿Qué te parece?
No hizo falta que le contestara. Mi mirada lo dijo todo…
No juzguemos para no ser juzgados
Hace 4 días
8 comentarios:
qué suerte tienn algunos hombres... :)
A mí me dicen Carolina, y se me pone la piel de gallina...
Si me habrá cagado la existencia una Carolina, a mí...
¡Qué romántico incurable que sos, querido amigo!
Abrazos nostalgiosos,
El Profesor
Bueno, a disfrutar sea dicho...no sabes cuanto te envidioooo¡¡¡..gracias por pasar por mi blog, tienes las puertas abiertas contar con la notita fragante de un buen escritor es todo un regocijo...
Dejarnos sorprender de vez en cuando, jugar el juego de olvidarnos que la vida viene, va, da vueltas, mete reversa y hasta rompe la caja de cambios...
Lo único que lamento es el beso a las Gitanas de nuevo (ese vicio últimamente me ha provocado mas dolores de cabeza... casi como si fuera mío).
Un gran abrazo, PRESENTE, BIEN PRESENTE hermano.
Te invito a visitar mi nuevo blog de ilustraciones y textos breves http://mandamientosdementira.blogspot.com/
Saludos!
Fran
Lexi: No sé...
Yo NO SOY Cindy Crawford!!: Bueno, a mí todavía ninguna Carolina me rompió el corazón (creo)
El Profesor: Sí, es verdad, y no sé bien a quién echarle la culpa
Benhumea: Envidia por la foto? Por los Gitanes? Por la nostalgia? Por el paseo playero? Por Carolina? Por la plaza amiga? Por...?
Angelos: El vicio está guardadito y nunca está mal ser besado por una gitana después de mil años.
Francisca: Ya estaré pasando... Gracias por la invitación!
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