jueves, 6 de agosto de 2009

127. jueves 2 a.m.

El reloj avanza y yo sigo acostado, dando vueltas en la cama, peleando con la almohada, algo dormido pero con los ojos demasiado abiertos para la hora que es. Un solo dígito y algunos minutos marcan el momento exacto en que escuché los dos sonidos repetidos del timbre.
Cómo explicar la sensación, la sorpresa inmediata, el temblor de piernas, mi boca abierta sin poder decir una sola palabra, mi mirada congelada, mi mente sin poder llegar a comprender del todo.
Ella estaba ahí, frente a mí, clavándome su mirada clara y su sonrisa peligrosa.
—¿Puedo pasar? Hace un frío afuera…
Te hice pasar y me fui de inmediato a la cocina a preparar café (sin crema para vos).
No entendía la razón de tu presencia, pero supuse que ya habría tiempo para enterarme. Y el tiempo no se hizo esperar porque no había terminado de colocar el agua sobre la hornalla cuando tu figura se hizo presente detrás de mí. El silencio espeso lo quebré preguntándote cómo estabas y vos quebraste otra cosa al responder que con muchas ganas de verme.
Me quedé mirándote, contemplando tu hermosura, encantado de que estés acá, tan cerquita, tan indefensa, tan sincera, tan irreal.
La hornalla quedó apagada y el café (sin crema para vos) quizás para otro momento.
No sé si en verdad tenías frío, pero yo te comencé a frotar mis manos por los brazos y por la espalda para que entres en calor más rápido. Me detuve cuando te diste vuelta, clavaste una vez más tu mirada en la mía, me dijiste gracias, sonreíste, me besaste y una vertiginosa sensación me recorrió por todo el cuerpo. Era extraño que toda esa aguda soledad que llevaba cargando hasta hacía unos pocos minutos, ahora se encuentre derrotada por tenerte entre mis brazos.
Sonreíste de una manera maravillosa y un nuevo beso nació entre los dos, un beso delicioso, labios sobre labios, tus labios unidos a los míos, tus labios entreabiertos para dejarme pasar. Nuestras bocas humedecidas jugando al juego que más le gustan y que mejor le quedan.
Las manos que también quieren participar y me recorren la espalda y te recorren la nuca, y se tocan y se encuentran y se reencuentran y se apretan con fuerza y se invitan a pasear hasta llevarnos a través de nubes y dejarnos aterrizar sobre la cama. Y los besos continúan mientras vas desabrochando cada uno de los botones de mi camisa y yo te voy quitando la remera de la tentación hasta aterrizar en el lugar exacto donde descansan los pantalones, los zapatos, y todo el ropaje tirado a lo lejos, y nosotros desnudos tirados sobre la cama.
Besos que van de un lugar a otro, y las manos que bailan acompañando nuestro baile, y mis labios besando otros labios, y tus labios recorriendo el árbol de la vida, y tus pelos todavía húmedos descansando sobre mis piernas, y mi respiración agitada haciéndote cosquillas eternas, y la mirada que lo dice todo sin decir nada, y tus gemidos que me dan la bienvenida mientras yo me dejo caer al vacío que lo es todo.
Los cuerpos de nuestras almas que se convierten en unidad en este ir y venir, y la unión y la desunión que nos vuelve a unir, y el movimiento de nuestro amor como el de un barco en alta mar, como el de un barrilete por los aires de Buenos Aires, como el de una mariposa en plena primavera. Mi boca entonces se clava en tu cuello mientras tus dedos dibujan líneas sobre mi espalda. Los dos pares de piernas se tensionan hasta terminar abrazadas como dos anacondas pasionales. Y nuestra mejor imagen encontrándose una vez más por los distintos puntos cardinales, pero sobre todo en la fortaleza y debilidad del sur...
Y el grito que anuncia el final, y el temblor de los cuerpos mostrando que siguen vivos, y la fuente que desborda, y las gotas de amor que nos tocan, y tu mirada nuevamente clavada en la mía, ahora con más brillo, ahora con más vida.
Y el sonido repetido del timbre que anuncia la presencia de…
—¿Quién es? —pregunto desde el portero eléctrico.
—¿Eduardo? —pregunta una voz masculina, anónima y metálica.
—No, equivocado —contesto ahogando la puteada necesaria y merecida.
Vuelvo mis pasos hacia atrás y el reloj me muestra que siguió avanzando pese a que mi camisa tiene todos los botones, a que la taza de café (para mí con crema) continúa vacía, y a que acabo de despertar de un sueño, de un hermoso sueño que me devuelve, sin mostrar compasión alguna, a la pesadilla de esta realidad en la que todavía no estás vos.

25 comentarios:

Conta Dora dijo...

Opaaaa! Más que dulces sueños, fueron húmedos! jajajaja!
La estás llamando con el pensamiento. Ya va a llegar su mensaje!

Besos!

Lectora tuya dijo...

Me excitó muchísimo tu relato...
GRACIAS

Recomenzar dijo...

Bello como siempre y mientras te leo te dejo con un beso de las buenas noches

Ana dijo...

Mierda, no era real ¬¬
Me han entrado ganas de besar. Y muchas, además. A ver si encuentro a alguien... Jejejeje. Nah, mejor espero a quien sabe dármelos ^^
Un besito.

Floripondia dijo...

me morii cadaaaaaaa palabra me hacia subbir mi mirada.. mi cuerpo se incomodaba en esta silla tras el escritorio.

Besos

Luna dijo...

Este tipo de relatos tendría que venir con un cartel de advertencia:

"Se recominenda su lectura, fuera de las horas de trabajo para evitar la desconcentración que traerá aparejada durante el resto de la jornada"


Y ahora cómo sigo?

Besos

Anónimo dijo...

Q rrrico relato, lo disfrute mucho!!

Un beso, saludos...

...flor deshilvanada dijo...

Pucha, me lo creí...

Bueno fue un sueño hermoso y ojalá que se cumpla.

Beso!

Eugenia dijo...

onirico 1- triste realidad 0

Unknown dijo...

Mmm otro relato como el del chocolate, me encanto!
Besos

diario dijo...

¡PERO QUE REVERENDO HIJO DE MIL PUTAS!


(perdoná, tenía que decirlo... aún sabiendo que toda mi poesía y buenas palabras se van bien al pozo)


Abrazo... mejor luego... cuando no esté tan.... cuando se de una ducha fría, si si, después de eso lo abrazo hermano.

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

Luna tiene razón!
boluuudooo! estoy en el trabajo! dejáte de joder!

Chau, me voy a besar a mi jefe...
que para colmos...no está nada mal.

Aunque prefiera los besos... de...
buaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!

Gastón dijo...

Conta Dora: No soy yo, es ella, jejeje.
Y bue, no hay nada como un buen sueño húmedo para calmar la sed
(por lo menos hasta despertar)
Besos mojados

Lectora mía: Bueno, gracias a vos por dejarte llevar (y quizás llegar) con los escritos sobre mi vida (casi) a diario.
Besos para que sigas leyendo

Recomenzar: Recibido ese beso nocturno.
Ahí va otro para un dulce despertar.

Ana: Ok, esperame...
Besos por adelantado

Floripondio: Maldita silla y bendito escritorio que permitía el disimulo, jejeje.
Besos con la mirada clavada

Luna: No sabía lo que podía generar un sueño.
Prometo que cuando se cumpla, pondré cartelitos, jejeje.
Besos pintados

Gastón dijo...

Jasvi: Y yo disfruté con tu disfrute.
Besos más ricos

...flor deshilvanada: Bueno, mis sueños generalmente son un anuncio de lo que se viene al despertar, así es que...
Besos despiertos

Eugenia: Creo que llegaste tarde al partido porque mis sueños son pocos pero mis buenas realidades superan por goleada la inconsciencia.
Besos locales

Twiggy: Evidentemente el chocolates amargo es una mentira, jejeje.
Besos dulzones

Ángelos: Ahora le paso tu dirección a mi vieja, jajaja.
Abrazo sin temor a que te guste demasiado

Yo NO SOY Cindy Crawford!!: Bueno, si besar a tu jefe te trae un aumento del sueldo, o un aumento de...
Che, no llores, si sabés que me pedís un beso y lo tenés.
Besos exclusivos

diario dijo...

¡Paraaaaaa! ¡PIDO!

La puteada fue para el energúmeno que te toco el timbre... como te voy a putear a la mama... si como dijo Pappo... "nadie se atreva..."


Un abrazo respetuoso alla Madonna!

Gastón dijo...

Ángelos: Ah... Bueno, igual mi vieja está a más de 3oo km de distancia, jajaja.
Y sobre el tipo que tocó el timbre...
Te quedaste corto con la puteada al tremendohijodeunaremilrecontrisimaputamadrealcuadrado

Abrazo limpio con la boca sucia

Cecilia dijo...

Todo llega, tarde o temprano, dicen, hasta el café con o sin crema,
hasta una mañana eterna llena de besos.
Hasta las lluvias más imaginarias entre dos que se aman.
Todo llega, dicen, todo llega.

:)

poca luz dijo...

...y ahora me doy cuenta de que algún sentido debí perder en mi ausencia porque lo que es ahora, sea cual sea, lo he recuperado de golpe...qué hermosura de sueño/escrito!

...no sé yo, estoy por quedarme dormidita un rato por ver si...ayyy...qué bueno volver a leerte!!!

Un abrazote enorme, sentido, entrañable!!

Agus.- dijo...

Voy a tener qe dejar de entrar a todos los blogs que veo pq me pasan estas cosas, me dejaste con un sabor dulce y a la vez amargo, ese sueño me remonta a situaciones que tengo muyy vividas en mi mente, muy lindo te felicito.
Besito

Eugenia dijo...

ahhh ja! bueno, yo solo me referia a este partidito, no al campeonato...campeón

aguanteelamor dijo...

hermoso sueño.
esas sensaciones son las mejores.
y en verdad que no tienen palabras,para explicarlas.

Besote!.

Gastón dijo...

Cecilia: Como siempre digo:
"No importa hacia donde vayas...
lo importante es llegar"
(ejem)

Nadaq: Y vos, como en otros buenos tiempos de recorridas por otros inolvidables barrios, reapareciendo como una hermosa realidad.
Hace falta que te diga la sonrisa que me dibuja tu nueva huella por acá?
Besos (de aquellos besos)

Mile: Bienvenida a mi vida (casi) a diario, y espero que la aprte amarga se pueda ir endulzando como es debido
(o es de vida)
Besos primerizos

Eugenia: No, campeón tampoco, pero si peleando siempre por los puestos de arriba
(aunque no me molesta estar en algunas ocasiones abajo, jejeje)
Besos desde el área chica

Ella es tan linda: LO que no tiene palabras, simplemente hay que disfrutarlo... en silencio.
Besos... Shhhh...

Cecilia dijo...

Perdón, Gastón, pero no entiendo tu respuesta.

Un beso.

Gastón dijo...

Cecilia: Los manuales de instrucciones, en casos como este, no son aconsejables.
Y bue...

Manzana dijo...

sigo... me arden los ojos, me gusta que me ardan de tanto leerte...
encantador... sencillamente fantastico...
besos sin marcar...
Basta... o yo, o tu opuesto...