viernes, 1 de enero de 2010

160. un nuevo despertar

La fiesta de anoche, la misma que comenzó el año pasado y terminó recién en este 2010, estuvo impresionante… Por lo menos hasta donde me acuerdo.
Mucha gente, la música invitando al baile, los tragos siempre dispuestos para el brindis, la pileta limpia y llena aunque estaba algo fresco para la zambullida, y muchas chicas dispuestas a dejar atrás las penas y comenzar a vivir alegrías.
Y yo estaba en esa fila, aunque había hecho la solemne promesa de dejar los problemas con cuerpo de mujer, y dedicarme a disfrutar de la vida sin tanto despiole.

Pablo estaba pasándola bien junto a Ana. Lo mismo Sebas con Vero. Al igual que Pato y Pamela. Y Lore con un chico nuevo, y Cris ya no estaba con aquella chica, y Sergio seguía concentrado en su santa soltería.
Y los miraba y cada uno estaba feliz de la manera en que estaba recibiendo al nuevo año.
—¿Y vos? ¿Cómo estás recibiendo la llegada de este año? —me preguntó una voz de mujer que no reconocí hasta que me di vuelta.
Se trataba de Fernanda. Sí, la misma mujer que en el misma lugar y en la misma fecha, pero de hace 365 días atrás, me dejó abandonado mientras los cielos, como una señal que no alcancé a ver, se vestía de colores gracias a la pirotecnia de las doce de la noche.
—¿Cómo estás? ¿Qué hacés acá? ¿Y tu…?
—Vayamos por partes… Estoy muy bien, ¿o no me miraste?
—Sí, es verdad —dije sintiéndome aplastado por su belleza y carácter.
—Estoy acá haciendo lo que todos los demás, es decir, festejando la llegada del año nuevo, ¿o vos viniste por otro tema?
—Segunda vez que tenés razón… Estoy por lo mismo… como cada año.
—Y sobre tu tercera pregunta incompleta… Supongo que estarás preguntándome por mi… ¿novio, pareja, marido? Bueno, marido no tengo… ni tampoco novio ni pareja… ¿Y vos?
—¿Yo? Bueno, yo… —sabía que tenía que mentirle, decirle que era feliz con una chica y que por un problema familiar no había podido venir, o se había ido hacía un ratito, no sé, decirle cualquier cosa pero jamás de los jamases decirle a ella que estaba solo.
—Bueno, yo… estoy… Bueno, estoy bien…
—Ahhh…
—Sí, la verdad es que estoy bien… Solo, pero bien.

¿Por qué había hablado demás?
¿Por qué había confesado que la soledad estaba conmigo?
¿Por qué apareció y yo o estaba con ninguna mujer de todas las que había a mi alrededor?
¿Por qué le dije la verdad?
¿Por qué no pude manejar la situación como lo había hecho miles de veces en situaciones más complicadas?
¿Por qué?
¿Por qué?
Todas estas preguntas me las volví a repetir esta mañana cuando desperté sin poder calcular cuántos días habían pasado del nuevo año.
De todas maneras pude reconocer que estaba en mi habitación, por lo que de inmediato mirá la otra mitad de mi cama. Estaba vacía. No había nadie durmiendo a mi lado, por lo que me alegré que la borrachera no haya sido tan aguda, aunque no recordaba cómo había llegado acá a mi casa.
Hice un pequeño esfuerzo y me levanté para ir a buscarme un poco de agua a la cocina. Pero me detuve en el camino al escuchar pasos que se acercaban hacia mí.
—Uy, no quería despertarte —me dijo Fernanda, totalmente desnuda y con un vaso de agua en la mano—. Pero bueno, ya que estamos despiertos y vestidos al natural…

Afuera la ciudad seguía recibiendo gotitas de lluvia… y yo de alguna manera también.

10 comentarios:

Freak dijo...

La verdad no sé que decirte... Es un garrón no acordarse de nada cuando estás mamado... Pero bueno, mirá las consecuencias :S, aunque no sé si fue bueno o malo para vos xDD

Anónimo dijo...

PERO TU T divertis que da miedo

Cris dijo...

Sos un caso Gastón...un caso (perdido entre las sábanas)

Besote de feliz año !

Pulgamamá dijo...

Y volvió Fernanda... Lo estaba esperando, tenía el presentimiento de que volvería!
Abrazos

Ana dijo...

Pero vamos a ver, ¿cómo te las apañas para estar metido siempre en líos de faldas? xD Eres un no parar... Lo que no sabemos es si la resaca fue buena o no. Acláranos jeje
Un beso :)

diario dijo...

Cuando dejaste a tus "Gitanas", cada una de ellas, cada una de las que llevaste a tus labios... decidieron tomar venganza y poseer a una mujer en el mundo aleatoriamente, para seducirte, encantarte y llevarte a la cama... hace memoria y luego me decis cuantas vendettas con curvas faltan... (algo me dice que no recordás el número).

Pero bueno, este seguramente es un vicio más sano...

Un abrazo de comienzo de década.

Unmasked (sin caretas) dijo...

No pasa nada...es el anio nuevo, la pirotecnia, las luces, el combustible, acaso importa?

Lo unico que no me gusta del tema, es que no te acordas de nada, y a las cosas buenas, siempre hay que tenerlas en la memoria...jajaja.

Pero fuera de eso, una palabra descolgada para vos...NEXT! (no creo que esta chica llegue a ningun puerto, pero veremos)

Besos, feliz anio

Petra

Yo NO SOY Cindy Crawford!! dijo...

No entiendo en q momento enterraste a nadia

Gastón dijo...

Luz: No me acuerdo cómo fui a casa, pero por suerte una vez que desperté y Fernanda estaba vestida con el vaso de agua, ya recuperé la memoria... y todo lo demás también.

Liz Hepburn: Más miedo daría si estando con vida no me divierto de la manera más sana que se inventó en el mundo.

Cris: Sip, lo que siempre se pierden son las sábanas (y algunas almohadas), jejeje

Extranjera: Es que Fernanda es de esas personas que nunca se van porque siempre están volviendo, no?

Gastón dijo...

Ana: Me parece hermoso que mis mejores problemas tengan cara de mujer.
Y la resaca... hay remedios naturales que son realmente efectivos, jejeje

Ángelos: Mis entrañanbles Gitanes que en tantas aventuras y charlas me han hecho tan buena compañía.
Y ellas, cada una de las mujeres qaue tuve la bendición eque pasaran por mi vida...
Sip, me quedo con este último vicio mucho más saludable y placentero.
Abrazo 010

Petra: Siempre se recupera la memoria en el mejor momento, y por eso hay buenos recuerdos sin olvidos.
Y sobre Fernanda... ¿qué te puedo decir sobre alguien que en los últimos tiempos se ha convertido en alguien tan inmortal en mi vida?

Yo NO SOY Cindy Crawford!!: No nena, no la enterré (bueno, usted entiende, jejeje)
Ella se fue y al mismo tiempo la dejé ir cuando yo tomé la decisión de alejarme de la ciudad y ella la de anclarse acá.
Es simple...
Es claro
(explicación auspiciada)