Demasiados días de mil grados de Térmica y del lado de la sombra, pero con cierta Justicia Divina (?) llegaron los días de lluvia, relámpagos y truenos que siempre supe disfrutar desde la cama con vista al cielo. Salvo que esta vez fueron varios días (y sus noches) de paisaje salvaje y húmedo… y mi cama todo lo contrario.
¿Acaso estaré queriendo aprender a vivir y convivir conmigo mismo?
De esta manera puedo ser alumno y profesor, pero ¿quién decidió que vaya a tomar esta lección?
“La vida es una gran escuela. Lo único malo es su viaje de egresados”
Alguna vez entoné esa frase ante demasiadas personas con diplomas. Quizás no fue el momento exacto ni el auditorio preciso, pero es una verdad certera y siempre son bienvenidas algunas punterías.
Las gotas contra la ventana eran impiadosas.
Cada uno estaba en su refugio y yo encerrado en la habitación desde hacía dos o tres días.
Revistas sin sentido, libros apilados sin terminar de leer sus finales, el equipo cargado de discos (con Jack Johnson como estrella invitada).
Del otro costado de la cama y de mi vida, una agenda llena de nombres propios e historias personales. Podría marcar algún número y una voz femenina estaría del otro lado, pero el celu lo dejé abandonado en algún lugar del depto, y no tengo ganas de ir a buscarlo.
Ok, la imagen es deprimente, sobre todo si se sabe que el cielo cubierto y las gotas infinitas hacen que no se distinga del todo el día de la noche, aunque deben haber pasado casi tres días en ese estado a siete centímetros del suelo.
Pero el Universo tiene cierta lógica sabia, y el sol comenzó a salir de a poco, y con él, la visión del mundo comenzó a despejarse. Y sabiendo que los lunes son fatales y odiosos para mí, es que decidí hoy martes comenzar a levantar mis abandonos.
Abrí la ventanas, tiré las revistas que no sirven, marqué los libros que dejé sin leer, cambié el ritmo musical, me di un baño de placer, me afeité, fui a la cocina a poner la pava para unos deliciosos mates, encontré en un rincón, en penitencia, y sin batería al celular. Lo puse a cargar y antes del primer mate, abrí la puerta para ver quién era el que golpeaba con tanta decisión la misma.
—Sebas, qué sorpresa. Llegaste justo para unos mates. ¿Qué hacés a esta hora por acá? ¿Pasó algo?
Sin decir nada sacó de su bolsillo un sobre y lo puso sobre la mesa.
—¿Qué es esto? —pregunté extrañado ante cierto misterio que no alcanzaba a descifrar.
—Estuve hablando bastante con Vero sobre vos y tus estados de los últimos tiempos y…
—Y…
—Y acá, dentro de este sobre está la solución.
Lamentablemente en ese sobre no podía haber un millón de dólares, pero como igual nunca le di demasiada importancia al dinero, abrí el sobre con ganas.
De su interior saqué un boleto de tren, para este viernes 12, con horario de salida 19.30 horas.
Sí, era la solución para emprender de una buena vez mi viaje tan postergado, y mi amigo Sebas había acertado con la solución.
Por suerte, la lección de la amistad desde hace tiempo la tengo demasiado bien aprendida gracias a mis amigos, a mis hermanos elegidos.
Y la vida, mientras tanto, escribía en el pizarrón para completar la frase:
“Después de la tormenta…
Después de la tormenta… llega siempre la calma.
No juzguemos para no ser juzgados
Hace 3 días
12 comentarios:
Bah, tanto que jodían que no querían que te vayas.
Al final se dieron cuenta que era lo mejor...
Hace mucho que no vengooooo por aca...a donde vas????? Estoy re perdida...
Me mude de dire de blog
Besos
Me gustó este blog me gustó.
Los SEBAS son así, caen con la moneda que te falta para llegar al peso, SIEMPRE... (¿será el nombre que los hace ser así?)
Uno creería que los amigos tienen cámaras ocultas en nuestros deptos a veces y nos rescatan cuando ven por algún pequeño monitor que no podemos rescatarnos a nosotros mismos...
Un grande Sebas...
"Aunque todo poseo,
nada poseo,
pues no puedo conocer lo desconocido
si me aferro a lo conocido"
Cuando uno comprende esa frase... muchas tormentas se aclaran en la cabeza.
Un abrazo con esperanza de que todo marche correctamente (y de la mejor manera) esta vez.
“La vida es una gran escuela. Lo único malo es su viaje de egresados” me la llevo como frase de cabecera. Buenísimo está tu blog.
Hola! paseaba por aquí y te vi.
Mi marido y yo estamos aprendiendo en esta escuela que es la vida.
A finales de verano se le daignostica a mi marido un tumor y comienza nuestro aprendizaje en una situación diferente.
Me gustaría que leyeras la 1ª entrada del blog de mi marido que se titula¿cuánto vale lo que tenemos? creo que te va a gustar.
http://manujurama.blogspot.com
gracias y feliz semana
Asi es estiumado Gaston.
La calma dentro de un universo que como dices es perfecto.
Un abrazo
Por donde andas? Aparece! Beso
Dandarah
Muy bueno, en serio muy bueno. Y de paso estoy buscando a Lanata para que visite mi blog así que si alguien lo conoce o conoce a alguien que lo conoce,,, bueno, puede decirle, que hay una chica, dueña de un blog que se llama revistaq.blogspot.com; que lo está buscando, dale, no?
He intentado mil y tantas veces ponerme al día con vos... Terminar o empezar a leerte...
Perdí todo rastro de vos, te casaste, divorciarse, sos papá de 6 hijos, dos gemelas y tenés 3 caballos y un perro... ¡Qué se yo!
Solo espero que esa calma sea lo que realmente querés... Y ese billete sea la solución.
Te lo deseo de todo ♥.
Yo NO SOY Cindy Crawford!!: Creo que ellos ya lo sabían, pero respetaban mis idas y vueltas (bah, mis idas sin vueltas)
Valentina: Demasiadas coincidencias... Yo también ando algo perdido y ya mudado.
Madame Aria: Me alegro que te haya gustado. Ya acomodaré mi vida y mis tiempos y pasaré a conocerte.
Ángelos: Los amigos son así y por eso hay que cuidarlos como verdaderos tesoros.
Y sobre Sebas... Bueno, particularmente con él hace años que nos conocemos, y está bien que haya tomado la sabia decisión de conseguir el pasaje obligado.
"Aunque todo poseo, nada poseo, pues no puedo conocer lo desconocido si me aferro a lo conocido"
(seguiré estudiando la magnitud de esta frase)
José: Te la regalo para que la uses de sonmbrero, jejeje
Doria: Lamentablemente la mayor parte de las veces valoramos los días cuando quedan minutos.
De todas maneras es de un inmenso valor la escritura que realizan durante momentos tan difíciles, pero pensando en la ayuda que le puede resultar a otros lectores.
Abrazo grande para los dos
Ricardo Tribinc: Todos buscamos esa calma que (creo) nos merecemos después de que logramos pasar la tormenta.
Dandarah: Vos nunca podrías ser anónima en esta, mi vida a diario.
Por dónde estoy?
Algo cerca y lejos a la vez?
Besos
Sol: Justamente ayer estuve desayunando (tarde) con Jorge Lanata, y cuando le fui a contar d tu espacio escrito se atragantó con una medialuna de jamón y queso. Y entre la tos, el humo, y la escapada del bar sin pagar la cuenta, se me fue.
Pero te prometo pasarle el mensaje en el próximo encuentro.
Karla Deseada: Nop, ninguna de tus teorías han llegado a mi vida, pero de todas maneras, más que empieces a leer, espero que acabes de hacerlo.
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