martes, 11 de mayo de 2010

178. cumpleaños sorpresa

La cena era familiar y por eso me vestí para la ocasión, aunque sabiendo que tendría que hacerle buena compañía a mi primo mientras él se hacía cargo de la parrilla.
Brenda estaba concentrada preparando una de esas súper picadas a las que no le falta nada, mientras que Máximo me mandó a descorchar uno de los buenos vinos que tenía reservado para este momento.

La carne y demás compañías ya arrojadas sobre la parrilla, y Máximo y Brenda riéndose mientras les contaba algunas de mis anécdotas vividas con mis amigos. A ellos les divierte mucho estas historias y a mí me hace bien traerlas al presente.
Estábamos a mitad de otra cuando sonó el timbre.
−Esa es Maca −dijo Brenda saliendo casi corriendo a la puerta a recibirla.
−¡Qué bueno, llegó temprano! −se alegró Máximo mientras iba a su encuentro.
Con su cuerpo grandote de jugador de rugby grandote, abrazo a la hija de Brenda y desapareció en esa calidez paternal que le brota por los poros, al mismo tiempo que sus hijas también la rodeaban a los gritos.
Una vez calmada la bienvenida, sorpresivamente mi primo me miró y dijo:
−Vení que te presento a alguien…
Cuando ella se hizo a un costado de la espalda de Máximo, y Brenda dejaba de besarla con su baba maternal, mis ojos no podían creer lo que estaban observando y sólo abrí la boca y exclamé:
−Carolina.
−Exactamente −dijo Máximo tomándome por el hombro a mí y a Caro−. Ella es Carolina y él es Gastón.
−Hola, encantada −me saludó Carolina dándome un beso en la mejilla.
−Lo mismo digo… −la saludé yo y dándome vuelta buscando la cámara oculta que me explique esto.
−Qué gusto que estemos todos reunidos −comentó mi primo−. Este va a ser uno de esos cumpleaños que no se olvidan.
−No tengo la menor duda de eso −solté con cierta honestidad−. Pero lo que sí no entiendo es por qué le dicen Maca siendo que no se llama Macarena.
−Jajajaja −se rió Brenda y me explicó−, es que “Maca” no es por Macarena, sino por las primeras letras de María Carolina.
−Claro, lo tendría que haber sospechado desde un principio −exclamé haciendo un mínimo honor al Chapulín Colorado.

Mientras Máximo y yo seguíamos junto a la parrilla, las mujeres terminaban de armar la mesa con la picada.
Caro se acercó para llamarnos a la mesa y cuando quedamos solos un minuto alcancé a decirle:
−No lo puedo creer.
−Yo tampoco, pero me resulta demasiado divertido que vos y yo…
−¡¡¡Ni lo digas!!!

Por suerte no lo dijo y la cena resultó sin ningún inconveniente, pero no dejé de sentir cierta adrenalina cuando los pies de Caro me tocaban divertidos por debajo de la mesa… y ni hablar de cuando fue a buscar el tenedor que se le cayó al suelo.

6 comentarios:

F. dijo...

Fiiiiiiiija que decir que A no pasa, trae A.

Saludos, y lástima Caro no estaba un poco torpe y se le caían más cosas :)

Ana dijo...

Es genial jajaja Pero no sois familia en realidad, ¿no? Sólo "sentimentalmente" hablando y esas cosas (me refiero a que tu primo la siente como una hija).
Un beso :)

diario dijo...

Lo sospreché desde un principio... no contaban con mi astucia! =)

Hermano, se nota que te conozco, no?

Un abrazo con fiestita sorpresa (de eso, claro está, no me encargo yo... sino "Maca")

p.d: que nunca falten los globos en la fiesta.

Rouse dijo...

Vayas!! sorpresa!! esto es como jugar en la orilla de un desfiladero... wow!!! que ptra sorpresa estará en espera, para ti....
saludos!!

Anónimo dijo...

Evidentemente sus caminos estan encontrados!
Muy buen blog
Te invito a pasar por el mio
clarasojo.blogspot.com

Gastón dijo...

F.: Parece que al Universo le justa jugar con las cartas marcadas.
Y Caro, con su cabellera salvaje, no tiene un solo pelo de torpe
(se nota hasta debajo de la mesa)

Ana: Sí, es así, pero no deja de ser algo... algo así como... es medio... bue, por lo menos así lo siento yo.

Ángelos: Sé de su conocimiento exagerado, y sobre las fiestas... yo me encargo siempre de que no falte nada... o de poner lo necesario.

Rouse: Mi tatuaje en el alma dice algo como: "Mi vida es una caja de sorpresas dentro de una caja de sorpresas".
Y esta frase fue la que, de alguna manera, dio inicio a este diario de mi vida.

Anónimo: Mis caminos encontrados pero mis pasos algo desencontrados.
Gracias por la invitacón, ya estaré pasando...