El viernes volví tarde a casa después de un extenso e intensivo día de trabajo, y lo primero que hice fue empezar a disfrutar de la noche con su finde a las puertas del cielo (y del infierno también).
El relajo también vino porque de alguna manera inconsciente me sirvió la distracción para no estar pendiente de la reaparición de Fernanda.
Ya casi medianoche golpean la puerta y me imaginé lo inimaginable.
Fernanda vestida para matar(me), una vieja historia de amor y enredos para estrenar, la cama en movimiento, una mañana repetida, una excusa con imaginación, una partida, un recuerdo para la colección, un finde que recién comienza…
Pero no!
Al abrir la puerta el que estaba del otro lado con dos porrones para compartir era Sebas.
Instalados en el sillón y brindando por nada, me pregunta:
–¿Te llamó Beto?
–No retiré el celu nuevo por lo que si lo hizo jamás lo sabré.
–Ah, cierto… Igual no era nada grave, sino para avisarte que mañana sábado tenemos joda porque festeja el cumple.
–¿Lo hace en la casa?
–Como siempre…
Sábado a la noche.
Desde distintos ángulos geográficos sale la barra en la misma dirección, que no es otra que la festichola a la que fuimos invitados, como sucede cada año.
Íbamos en un taxi con Sebas y notó mi silencio por estar pensativo en algo un poco indefinido.
–Nada, creo que me estoy olvidando de algo importante o estoy pasando por alto un detalle importante que tiene que ver con la reunión en lo de Beto, pero no sé qué.
–No se me ocurre que puede ser, pero voy a concentrarme mirando por la ventanilla y no dándote bola –me dijo Sebas mientras se acomodaba como si fuera a echarse una siesta con los ojos abiertos.
El viaje no fue largo, y mucho menos estando con la mente intentando resolver el enigma.
Al bajarnos del taxi, Sebas me dijo que está a punto de encontrar la respuesta, pero le faltan tres minutos para definirla.
Caminamos hasta la puerta de la casa de Beto que se distinguía de las demás por el ruido de la música que salía de su interior.
Tocamos timbre y esperamos con la duda de si escuchará el llamado.
–Ya abro –grita Beto desde adentro.
–Ya lo tengo, me acordé, descubrí el detalle que no tuviste en cuenta al venir acá –dijo de pronto Sebas al mismo tiempo que me agarraba del brazo.
La puerta se abre, Beto que nos saluda y nos invita a pasar.
Al fondo se ve parte de la barra, algunas caras desconocidas y Sebas que me dice al oído.
–Fernanda es también amiga de Beto, por lo que seguramente está acá y acompañada de su nuevo novio.
La puerta se cerró y me vi sin escape alguno, mientras era “empujado” a la fiesta.
Aplicación del coaching en la Ingeniería Industrial
Hace 1 semana
13 comentarios:
... Ganas de que nos trague alguna baldosa generosa...
Beso grande, Gastón.
Pd: El salmón sonaba de fondo con Rumbo errado... (temazo)
los pequeños detalles son los más costosos y más molestos...
Que cara pone uno en esa situación?
Más allá de haber ensayado (alguna vez) enfrente de un espejo para situaciones así... una nunca está preparada...
Debe ser que mi cara siempre me delata...
Marche preso Sebas...
una mañana repetida, una excusa con imaginación, una partida, un recuerdo para la colección, un finde que recién comienza.............
Un dia de sol sin cielo .. una luna sin estrellas ...Un viento que sí, te noja
una caricia sin sexo
Nerea: Que nos trague una baldoza o llegar rápido a la mesa de las bebidas!!!!
(el salmón tiene un buen tema para cada ocasión)
Duvet: Parte de la vida.
(el detalle sería: ¿de la vida de quién?)
Karina: Los corazones delatores y las almas transparentes no respetan ningún ensayo previo.
Juan: Los amigos son así...
Preso no, pero patada en el culo sí.
Recomenzar: Claro, faltó eso y: un desayuno de curvas exquisitas, un oasis debajo del ombligo, una brisa que despeina, unas manos que recorren y aferran, dos cuerpos que se unen en un eco infinito, unas paredes que se desintegran, unos gemidos que hacen bailar al universo, y demás señales de vida...
GAston:
se Fuerte no caigas, que me intrigo fernanda y me lei todo desde el principio, medio bipolar la mina, hay relaciones toxicas, venenos a los que somos adictos... fernanda es el tuyo...
que aunque el cigarro sabe mejor despues de haberlo dejado durante un rato... sigue siendo mortal.
noooo me muero!
y .. es que esos momentitos aparecen por algo, siempre.
beso!
Y encima sin celular como para programar una alarma que se haga pasar por llamada e inventar una excusa para salir de ahí...
Ah, no. Tenés un ojete bárbaro...
Asi pasan a veces las cosas, mi muy querido amigo Gaston.
Un abrazo inmenso!!!!!!!!!!!
Que disfrutes la fiesta.
feliz fin de semana.
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