jueves, 16 de abril de 2009

83. función final

Cuando regresé a media mañana, estaba Sandra y sus padres esperándome para desayunar.
—¿Hubo alguna novedad? —me preguntó Don Antonio.
—No, en la comisaría me dijeron que no pareció nada, pero tienen mi número y el de Sandra, por lo que cualquier cosa se comunican.
—Suerte que habían dejado los documentos acá en casa —dijo Sandra.
—Y el dinero… ni en los bancos —dijo Doña Marta, metiéndose la mano en… un lugar (ups!) y sacando un fajo de billetes de… ahí.
—No existe lugar más seguro —advirtió Don Antonio y remató— ¿Quién va a atreverse a meter la mano allí?

El vuelo sale a las cinco de la tarde, pero hay que estar en el Aeroparque una hora antes por lo menos. El lapso de tiempo que existe ente este momento cercano al mediodía y el de salir de casa, se podría denominar tiempo muerto.
No hay mucho por hacer, y por lo sucedido ni grandes valijas que cargar. Dos bolsos de mano con algunos recuerdos comprados y otras pertenencias personales.

Almorzamos muy liviano y casi sin ganas.
Hay una especia de extraño nudo en el estómago.
En mi caso se sabe que odio las despedidas y sobre todo si son a través de medios de transportes.
Claro que no es lo mismo un tren que un avión…
Estos últimos llevan a la persona muchos km más allá de nosotros.

Llega la hora y la combi ya se encuentra puntual en la puerta.
Vamos subiendo de a uno, sabiendo que nos dirigimos al lugar de la separación.
El viaje se hace en los tiempos esperados.
No hay tráfico en la autopista y ente charlas de compañías que sirven solamente para llenar silencios, llegamos a destino.

Los trámites en el mostrador, los bolsos que se van en la cinta transportadora, y nosotros que nos tomamos el último café de a cuatro.
La chica del parlante anuncia el embarque del número exacto con destino español, y las mujeres no pueden contener las lágrimas. Don Antonio y yo miramos para otro lado para dejarlas en esa intimidad y también para no permitir el contagio. Sin embargo, cuando él recibe el abrazo de su hija…
Con frases del estilo: “Vengan a visitarnos”, “Cuídame a la nena”, “Sean felices”, “Avisen si hay novedades”, se van despidiendo al mismo tiempo que la escalera mecánica los transporta a la zona de extrañamientos agudos.

Con paso lento vamos saliendo del predio, traspasamos la última puerta y salimos al exterior, con el cielo celeste allá arriba y algún avión atravesándolo.
Miramos el pájaro de hierro hasta que desaparece de nuestra vista y es nuestra mirada la que se encuentra.

Nos subimos a un auto y nos vamos para casa.
—¿Y ahora? —pregunta Sandra.
—No sé —respondo yo.

17 comentarios:

Gastón dijo...

Bueno, después de mucho tiempo, un final feliz.
Sin embargo, queda una especia de vacío, de hueco, de desnudez en el ambiente.
Se sabía que esta historia era corta duración, y pese a todo, mejor que fue así.

Ahora sólo espero... que dure la calma...

Besos y abrazos para todas/os

Gastón

PD(sé que muchos estarían muy felices de tener a sus suegros a tantos miles de distancias, ¿no? jejeje)

Carolina_USMLE dijo...

Final? Bueee....de la visita de los suegros....

Y Sandra y tu q??

Ana dijo...

Ainsss... Sí, las despedidas son muy malas =(
Pero bueno, a ver qué pasa ahora con Sandra.
Un besito.

Terapia de piso dijo...

Y ese abismo que queda en el estómago con las despedidas...

Saludos muchos.

José Roberto Coppola

Paula dijo...

Tampoco me gustan las despedidas, ni cuando me voy o cuando se van.
Encima ya me estaba encariñando con tu "suegro".
Bueno, a volver a la normalidad, si podés...
Besos escépticos!!!

Cecilia dijo...

Y ahora, a conocerse con Sandra!!!

Digo, ¿no?

Besos interesados (en saber cómo sigue).

Anónimo dijo...

Ja jaaaaa.. ¿Seguro que este es el final?

Yo solo veo un punto y seguido...

Lo extraño, es que nunca he entendido porque aceptaste, lo que me hace pensar que la historia sigue...

LaVieEnRose dijo...

mmm me parece q eso de final no es tan así,,,

igual, ponele q sigan...q manera original d comenzar una relación!!

jajaja

besos!

Pulgamamá dijo...

La fanaticada pide que te quedes con Sandra aunq sea por un rato aunq me da miedo de q si terminan los enredos amorosos quieras acabar con el blog. En fin... Besos

Cris dijo...

Bueno Gastón, el único que sabe que va a pasar ahroa sos vos.
Besos

Luna dijo...

Odio las despedidas

Besos

Eugenia dijo...

"Nos subimos a un auto y nos vamos para casa."
?????? casa de quien?mmmmmm

Romulo Berruti dijo...

Que increible lo que contás! Justamente eso que vos viviste es la trama de la película "Un Gangster para un milagro" con Glenn Ford y también en "La Jaula de las Locas", se trató la misma temática.
Por las dudas si llegás a viajar en el Buquebus no se te ocurra dibujar a una mina en bolas porque seguro que chocan contra un iceberg en medio del Río de la Plata!!!!


jua jua jua jua!!

PD:LADRI!!!!!

Violeta dijo...

Y ahora?????

Besotess

Kosheetah dijo...

Como que ¿y ahora? Cada quien para su casa, por supuesto.aunque pensando lo bien... Se termina un lío. Seguro que te las arreglas para meterte en otro.

Besos Aliviados

Lolita y El Profesor dijo...

Bueno. Los Jalegos, se volvieron.
¿Y ahora?
Sorpréndame, Gastón-Migré.
Por favor, se lo pido.

El Profesor

Gastón dijo...

Sip, un final feliz, pero claro de este capítulo ya que se sabe que en breve llega el lunes y con él...

Y si me permiten...
Che, Romulo Berruti, me creerías si te digo que no vi ninguna de las dos pelis?
Bah, la verdad es que no me importa mucho si mecrees o no. Todo esto es parte de mi vida, y si parece sacada de un guión, que me paguen derechos de autor.
Lo de ladri espero que se ta haya escapado o lo hayas dicho con onda...

Abrazo y besos... para todos los demás
Y buen finde...