En los últimos tiempos estuve yendo y viniendo por cuestiones laborales, sociales y demás contactos con tacto, que me hacían sentir que en realidad no me encontraba en ninguna parte.
Durante uno de mis viajes para el lado de la ciudad más pequeña, estuve con Caro en su depto y noté el esquive de su mirada y sus andares dialécticos por el camino más largo, lo que me permitió adelantarme en lo que finalmente me iba a decir.
-¿Cómo estás? -fue mi pregunta tan simple como profunda que desencadenó un caer de lágrimas de su parte. Realmente no quise provocar ese mar, pero tenía que ayudarla de alguna manera a que descargara de una vez lo que debía decirme.
Y lo que me dijo es que iba a intentarlo de nuevo con su ex, y al mismo tiempo (un poco en broma y otro poco no tanto) que quizás podíamos seguir viéndonos… como amantes.
Mientras regresaba, ahora para Baires, recordaba la indecente e interesante propuesta de Caro, y estaba netamente sorprendido de mi respuesta: “No, gracias”.
¿Tendré que ir a consultar a un médico, o será que simplemente uno llega a un momento de su vida en que quiere estar tranquilo, que las sorpresas no estén todas envueltas en adrenalina y ser importante en la vida de una persona como esa otra persona puede serlo en la vida de uno?
Tiempos mundiales, pero yo estaba con el mío en particular. Sin embargo, la fiesta deportiva futbolística me iba a deparar más que la derrota sufrida contra los alemanes.
Resulta que el tema de la revista que me había ofrecido Juanto y que se iba a comerciar en el exterior es porque había un alemán al que le había gustado la idea y era el que pondría la plata para llevarla adelante.
Pero el fin de semana Alemania le ganó a Argentina 4 a 0, hubo un chiste llegado desde el viejo continente, y parece que la pasión de Juanto es un tanto extrema ya que se calentó exageradamente y mandó a “Plumas verdes” al tipo que ponía el dinero para su proyecto literario. Y si escribí “ponía” es porque eso quedó en el pasado y la sociedad quedó disuelta… al igual que la revista.
Estaba caminando por Plaza Francia intentando aclarar mis ideas desordenadas y de recordarme que es pecado asesinar boludos cuando…
-¿Gastón? -me preguntó una flaca de ojos del color de mi esperanza perdida.
-¿Laura? -le pregunté sabiendo que efectivamente ella… era ella.
Si mal no recuerdo, y el reloj de arena marca los tiempos exactos, hace poco más de una década estuve perdidamente enamorado de ella, pero se me hizo tarde y ella se fue con quien en ese momento tenía a su lado.
Sin embargo… Ahora no la veía acompañada más que por un chico que tendría unos tres años.
-Qué cachetón tu sobrino -le dije con cierta picardía.
-Gracias, pero no es mi sobrino… es mi hijo.
-Me imaginé…
-¿Y qué más te imaginás? -me preguntó con mayor picardía que la mía.
-Que si te vuelvo a encontrar después de tanto tiempo es porque estás recontra casada, enamorada y feliz.
-Es verdad… estoy feliz de tener a mi hijo, enamorada de la vida, y casada… hasta que me salga el bendito divorcio!!! ¿Y vos? ¿Qué es de tu vida?
-Ahora te cuento…
No juzguemos para no ser juzgados
Hace 4 días
9 comentarios:
¿Por qué nunca terminan de irse?
Dioooos...
No perdés las mañas!!! Se te cierra una puerta (aunque vos también ayudaste a cerrarla) y se abre otra!!
No me digas que vas a ser el "tío Gastón"
Besos!
"Ex-appeal" ... ESO es.
Te leí usandote como relajación del estudio y los mambos que rondan mi cabeza como cuervos...
Un abrazo, hermano. A ver cuando charlamos... mientras tanto, busque la tranquilidad.
Bueno Gaston, dicen que donde hubo fuego cenizas quedan, lo cierto es que las cneizas ya no encidenden.. por lo que ese simil deberia estar descontinuado.
Un beso.
Mmmm eso de que el otro se establezca y uno quede solo como amante mmmm, creo que es mi caso, pero tienes razón en que el algún punto empieza a cansar. Aunque inevitablemente unos fácilmente perdemos las esperanzas de algo mejor... en fin.
Que mal por lo de la revista, pero tal vez pudiera armarse de nuevo, ¿o no? Ya que se enfríen los ánimos mundialistas.
Y sobre esos reencuentros, ¿qué decir? Mientras al menos quede un lindo recuerdo.
Me gusta mucho tu blog, en verdad. Siempre espero con ansías el próximo capítulo jejeje. Es casi como esa época en que las novelas se publicaban por partes en revistas o periódicos semanales =P.
Un abrazo desde México =).
Me acabo de topar con tu blog y desde el primer post me atrapó. ¿En qué terminó todo?
Yo NO SOY Cindy Crawford!!: Por la nostalgia de algunas entradas?
Conta Dora: Ayudé a cerrarla?
Algo raro escuchar eso que siempre pensé que dejaba demasiadas ventanas abiertas, pero bue...
El tío Gastón?
Jajajaaaaaaarrrgrggghhhhhhhh!!!!!!!!!!!!
(mezcla de risa y grito de terror)
Ángelos: Ya pasó algo de tiempo, los cuervos suyos se han volado, ha recibido palabras cercanas vía celu, y confío en su defensa pesonal
(aunque sabe que siempre podrá contar conmigo)
Benhumea: Igual nunca confiemos en la extinción total mientras sigan soplando vientos infernales (y encantadores)
LuNeRa: No está mal ser amante pero llega un momento en la vida en que comienzan a hacer los placard con menos espacios y debajo de los Sommiers uno ya no puede esconderse, jajaja
La revista creo que la usaron de papel picado para celebrar por la España campeona.
Y sobre los reencuentros... ya verás...
(y me siguen insistiendo lectores locos y saludables de hacer de esto una novela impresa)
PRiNcEsS jAnNe: Bueno, gracias y espero no soltarte
(a no ser que grites, jejeje)
En qué terminó todo?
Ya podés leer el post de hoy.
Besos
caramba! Si la vida me diera una moneda por cada sorpresa seria millonaria! ja pero bueno, lo que uno puede hacer con estas sorpresas es que puede correr, brincar o llora, con este ir y venir de amores es que acaso el tiempo pierde su dirección y retoza con nuestra confusión que tu decisión haya sido la mejormejor
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