miércoles, 22 de diciembre de 2010

201. espíritu navideño... y de otros tiempos

–Tío, ¿me ayudás con la carta a Papá Noel?
–Sí Tami, ¿qué le vas a pedir este año?
–Una casa de muñecas que vi en una propaganda, y un libro de Hadas y Princesas.
–Bueno, lo de la casa lo entiendo, pero ¿por qué ese libro?
–Las Princesas porque me gustan sus vestidos, sus castillos, y los Príncipes que la vienen a rescatar y se enamoran de ella. Y las Hadas…
Tami hizo un silencio que me llamó poderosamente la atención, pero sabía que tenía que completar la frase, por lo que levanté una ceja en señal de espera y curiosidad, y ella continuó:
–Y las Hadas porque escuché decirle a mamá algo de que vos no creías más en ellas, y yo quiero prestarte el libro para que veas que existen de verdad.
(¿cómo resistir a esta ternurita en envase chico?)

Es obvio que sé lo que pudo haber escuchado mi amada sobrina, después de todo es parte de lo que estuve escribiendo y hubo varias charlas al respecto con el grupo, pero también muchos mensajes al correo de personas lectoras.
Y ahora llegaba el momento de tener que explicarle a Tami un poco del mundo real, cuando hubiese sido más sencillo si me preguntaba si existía Papá Noel y la mandaba a que investigue con Ana (su “Mamá Noela”). Sin embargo, ahí estaba Tami, mirándome a los ojos y levantando una ceja esperando que yo diga algo al respecto.

–Tami, mi amor. Vos sabés que conmigo miraste cientos de pelis animadas, y en su mayoría nos hemos descubierto al final de cada una con lágrimas de emoción, exageradamente felices, y en otras muy tristes por lo que iba sucediendo en la peli.
–¿Y eso que tiene que ver con las Hadas?
–Eso quiere decir que aunque hayas escuchado decir que yo no creo en las Hadas, en realidad no me refería a que no existan, sino a que…
–¿A qué, tío? –estaba con ganas de saber Tami, en verdad preocupada porque yo dejase de creer en ese mundo de fantasía que le enseñé a descubrir desde chiquita.
–Nada Tami. Fue una forma de decir porque estaba triste por algo (por alguien). Pero obvio que creo en las Hadas porque sinó los bosques no tendrían colores.
–Claro tío, es una pavada decir que no existen las Hadas, o las Princesas, o Papá Noel. No digas más eso porque es muy feo. Es como esas estrellas fugaces que vos me enseñaste a ver y que existen para que nosotros podamos pedir deseos difíciles. ¿Y quién va a ser tan tonto en no creer en las estrellas fugaces?

Le di un beso enorme y sonoro a Tami mientras la abrazaba con fuerza.
Muchas veces, aunque parezca una contradicción, es ella la que logra traerme al verdadero mundo del que soy y del que nunca me quiero ir.
Ese mundo donde existen los seres más increíbles (como parte de mi familia y todos mis amigos)
Ese mundo donde existen lugares mágicos (como una cama compartida, una bañadera llena de espuma, una playa en verano, una ciudad a estrenar).
Ese mundo donde existen elementos de otras dimensiones (como una estrella fugaz, un tren que pasa y te lleva, un mensaje en una botella).
Ese mundo donde todo es posible, desde amores locos e incondicionales, hasta un ser chiquito como Tami que te obliga a abrir los ojos del alma y ver la existencia de todo eso que los adultos se empecinan en negar.


Y ahora, una vez terminada la carta navideña, que Ana y Pablito se encarguen de la casa de muñecas, que yo iré en busca de ese preciado libro sobre Hadas y Princesas…

5 comentarios:

lucy dijo...

muy linda historia...esta parate es la mas hermosa:"es ella la que logra traerme al verdadero mundo del que soy y del que nunca me quiero ir"....y otra vez pregunto ja, te mudaste???? quien siempre firma como c.c. ahora con blog ...
besos

lore´s dijo...

Me alegro mucho que alguien pueda traerte de vuelta al verdadero mundo!.
Con respecto al libro recordé uno muy lindo que está escrito por Máximo Morales, preguntá y veras que está muy bueno.
Felices fiestas, besos.

diario dijo...

Quien pudiera conservar para sí, siempre a la vista, la eterna mirada inocente del ser niño...!

FELIZ NAVIDAD... QUE EL 2011 VENGA COLMADO DE TODO, INCLUYENDO ESA MIRADA MÁGICA QUE NUNCA DEBEMOS PERDER.

UN ABRAZO LITERARIO Y CON ALAS.

Gastón dijo...

Lucy: Me alegro que hayas dado... el nombre!
Jajaja
Sip, Tami tiene ese poder sobre mí de hacerme contradecir entre mis latidos y mis pensamientos voladores
(que tienen el mismo nivel)
Y sobre mi mudanza...
(leé lo que me pasó después del brindis navideño...)

Lore´s: Te agradezco la sugerencia pero no lo ubiqué y Papá Noel ya me caía encima. De todas maneras lo tendré en cuenta para los Reyes Magos.
Besos

Gastón dijo...

Ángelos: Bueno, como hermanito que sabe de mi vida y mis días, sabrá que puedo decir mil cosas entre ataques de furia y amor pasional.
Pero usted se imagina a mí prohibiendo la entrada a mi vida, a mis pensamientos, a mis sentires, de seres... así?

Ok, y quizás vuelvan las curvas peligrosas, y otra clase de vuelos de esos que valen la pena (y la alegría) padecer.

Abrazo grande pibe, y a darle al mundo un 2011 de lo mejor!!!