Siempre hay alguno que está menos borracho, o que alcanza a ver lo justo y necesario, como para ser testigo de una escena precisa.
Alguien me vio en la primera madrugada del año mientras me subía a un taxi junto a Fernanda con dirección fácil de imaginar. Y fue ese mismo alguien el que propagó la noticia de mi reencuentro con mi ex, mi escapada con mi ex, y lo que todos imaginan que haya sucedido con mi ex.
Y como se sabe que no se debe dudar de las dudas, una vez recuperados de dolores de cabeza, malestares, y otras obligaciones sociales, ya casi de noche, la barra se presentó en casa a lanzarme signos de interrogación para que yo devuelva en forma de respuestas.
–¿Anoche estuviste con Fernanda? –preguntó de manera suave Cris como para ir rompiendo el hielo.
(aunque ya todos teníamos un daiquiri refrescante en nuestras manos por obra de Sebas)
–Sí, en lo de Sergio, como cada uno de nosotros –contesté con la verdad pero esquivando la verdadera intención de la pregunta.
–Te vieron cuando te subiste con ella a un taxi –continuó Sebas y dándole un poco más de sentido a la pregunta de Cris-, ¿te bajaste con ella acá?
–La verdad es que no recuerdo esa parte… pero sí. Por lo menos el sol nos iluminó acá.
–¿Se quedó a dormir? ¬–preguntó Lore con un tono romántico.
–No.
–¿Cómo que no se quedó a dormir? No nos mientas –protestó sin querer perder la amorosa ilusión.
–Es la verdad –respondí saboreando mi trago de durazno-. No se quedó a dormir… Aunque después, algo cansados, dormimos un poco.
Risas generalizadas y avanzamos hacia la segunda vuelta de daiquiris en esta noche de amigos, anécdotas, y buen clima.
Pero ya avanzada la reunión y después de pasar por una diversidad de temas, me llegó un mensaje al celu. Lo leí, sonreí, lo respondí, y al levantar la mirada noté todos los ojos apuntándome y con ganas de saber quién era, aunque podían apostar que se trataba de Fernanda.
Al confirmarles que era ella, fue Sebas el que apuntó directo y preguntó:
–¿Van a volver?
–Naaaa… –respondí con cierta ambigüedad. Por un lado sabía que el haber pasado la noche juntos no significaba un regreso, pero por otra parte… no podía negar nada al ciento por ciento.
–Igual vos y ella están acostumbrados a regresar cada cierto tiempo, ¿o no? –fue más certero Pablito.
–Bueno, la historia que compartimos lo demuestra. Pero la última separación fue fuerte y de hecho fijate todo el tiempo que pasó hasta que nos volvimos a reencontrar.
–¡Y qué reencuentro! –gritó Pablo levantando los vasos de colores para un brindis divertido.
Por suerte, entre el ruido de los vasos chocando en el aire y las risas con eco, me fue imposible escuchar mis pensamientos sobre este nuevo reencuentro con Fernanda…
No juzguemos para no ser juzgados
Hace 6 días
8 comentarios:
es bueno esto de la lectura voyeurista je. Gran blog, un abrazo
Gas!
te voy a decir ahora, me gusta.
me gusta mucho esta historia eh!
Beso!
No le doy ni un voto de confianza a esa mina.
Hum.
Gran blog, me encanta como escribes :)
Hola, Gastón... esperando estes de lo mejor... los amigos!!! caray!! pareciera que somos ante sus ojos un cristal por el cual pueden ver a través de el nuestros pensamientos, ideas y sobre todo cuando decimos una mentira!! oh!!! caray hasta podría jurara que aveces nos conocen mejor que nosotros mismos!!! pero bueno como te dije es tiempo de disfrutar de los momentos... y si este momento de disfrutar a Fer, que más da las veces que regrese!!! sólo mantén los ojos bien abiertos y el corazón un poco cerrado!! un abrazo...
Si es así ojalá tengas suerte! Lo único q pido es q no me olvides... yo aún te recuerdo....
Py Tea: Si te da disfrute... bienvenido!!!
(aunque a mí me siga dando algo de pudor saber de las miradas por acá)
Aguante el amor: Las historias son buenas, el tema son los finales, jejeje
Yo NO SOY Cindy Crawford!!: Ya sé que tu voto es no positivo.
(me preguntó cómo me irá a mí en las elecciones?)
Andy Koppher: Bueno, gracias por el piropo literario!
Rouse: Los amigos... Ahhhh!!!
Y te agradezco, veré cómo hago con eso de los ojos bien abiertos y el corazón algo cerrado.
(mi corazón no sabe de llaves, trabas, candados, ni nada de eso, y por eso los latidos se dejan escapar tantas veces)
Hada: Vos sabés de mi mala memoria y lo selectiva que es.
Besos...
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