Llegué a la medianoche y la pasé…
La una, las dos, las dos y media de la mañana y yo con los ojos bien abiertos contemplando la ciudad desde mi 7º piso.
La noche era un infierno y yo trataba de que las cenizas no se vuelvan a encender por medio de un frío y exquisito “Cosecha Tardía”.
Pasaron 13 minutos de las tres, y me dirigí con mi paso inestable en busca del celular. Y una vez en mis manos, hice lo que la gran mayoría realiza a escondidas de miradas curiosas…
Busqué el mensaje que tenía guardado (¿por qué?) y lo volví a leer (¿por qué?):
“Aún te recuerdo”
Y más que preguntarme por mis actos de guardar el mensaje y releerlo, debería preguntarme por qué Laura me manda ese mensaje.
La última vez que nos vimos estábamos haciendo el amor…
Después de sus temblores y de desarmarme sobre ella, nos miramos a los ojos y besé su sonrisa mientras sentía que mi alma seguía volando por la habitación.
Me acuerdo que podía ver su espalda por la luz de la ciudad que entraba por la ventana. Ella dormía y yo con los ojos tan abiertos recorriéndole con mi mano las piernas mientras con mis labios su espalda.
Y abrazado a ella me quedé dormido entre dulces sueños para un amargo despertar… ¡Se había ido!
La última vez que la vi ella no me vio…
Porque días después salí a buscarla por la ciudad y pude verla junto a su ex, tomada de su mano mientras caminaba pisoteando mi corazón.
¿Y ahora?
¿Qué es lo que estoy por hacer?
¿Puedo estar tan borracho como para marcar su número?
Son las tres y media de la mañana.
¿Despertarla para qué? ¿Para decirle qué?
Además… ¿Y si me atiende él?
¿Y si tiene problemas con su marido por mi llamado?
Estaba maldiciendo por dentro mi mareo mental cuando el celular comienza a sonar en mi mano. Me asusto, se me cae al suelo, pero sigue sonando como si nada, acostumbrado a andar siempre cayendo. Lo levanto, me siento en el piso, y atiendo el llamado.
–Hola, ¿te desperté? –me saluda y pregunta esa voz que conozco demasiado.
–No, la verdad que el calor me tenía algo insomne y estaba levantado hac…
–Yo también estaba sin poder dormirme… Y estaba pensando en vos… En nosotros…
–Mirá, yo creo que…
–Gas –me dijo interrumpiéndome–, la verdad es que me iría ahora mismo para allá para que hablemos sobre…
–Sí –le dije ahora siendo yo el que cortaba su frase–. Estaría bueno que podamos charlar y aclarar algunas cosas.
–Sí –¬coincidió ella conmigo¬–, pero hoy tenemos que madrugar los dos. ¿Querés que a la tardecita vaya al depto y… vemos que hacemos con todo esto?
–Dale, quedamos así –le dije mientras le mandaba un beso de despedida.
–Otro beso para vos, Gas –me dijo con esa forma de decir las cosas que sabe que no pasa desapercibido en mí.
Me fui a acostar, aunque sabía que ahora mucho menos me iba a poder dormir.
No juzguemos para no ser juzgados
Hace 6 días
11 comentarios:
Uso mis poderes... Uso mis poderes...
Es Fernanda... sin dudas tiene que ser ella.
¿o no?
Lo que te pasó es real las cosas que nos pasan y a vos picaflor incanzable de la vida y sus emociones.
Me alegro infinitamente volver a verte
Como en los años pasados si casi comenzamos juntos esta maravilla de desnudarnos con las letras.
mmmmmmm que misterioso andas dando tanta vuelta??? como el pasado se hace presente una y otra vez y otra vez...
¡Gastón!, ya nunca te leo. Mientras me duchaba pensaba en los pocos que algún día, en ustedes, los de este lado de mi vida, los de este blog, y me di cuenta que antes los leía y ahora que con trabajos me alcanza para entender mi cabeza, lo he dejado de hacer. Así que llegar y ver notificaciones de una voz tuya fue, de alguna manera distante y extraña, como sentirse en casa.
Nunca he sido demasiado buena socializando, pero te envío un abrazo grande. (Y sí, los hay que cierran los ojos al besar, pero al hacerlo, alcanzan a ver el centro del universo).
no entiendo nada...
estoy perdidisima...
Las ganas de lo que no pudo ser,
es fuertisimo y siempre reflota
(que linda palabra jaja).
Un beso gaston!
Tuvimos vuelos mágicos cuando hicimos el ... con tanto amor!
Besos voladores...
Ángelos: Ahora en un ratitito te enterás...
(no hagas esfuerzos que después andás con achaques, jajaja)
Recomenzar: Hace rato que dejé de ser un picaflor, aunque sé disfrutar de ciertas flores que aparecen en mi camino.
Y sí, casi al mismo tiempo comenzamos a desnudarnos entre letras (y algunas sábanas)
No está nada mal: Casi una remake de Volver al futuro!
O viajando hacia el pasado...
O mi presente entre estos dos tiempos...
O...
Tres: Me alegro todo eso que algunas palabras logran.
No te preocupes por los tiempos ue a mí me pasa también.
Pero este es un placer tan grande (la lectura y la escritura) que me hago de un tiempito, cuando puedo, por los otros barrios de letras.
Basta de chitear: Estás perdida?
Será por algo que habrás tomado?
(Ups!)
Aguante el amor: Siempre uno anda con esa nostalgia por lo que pudo haber sido.
Sip, reflotar es una buena palabra
(y una mejor sensación!!!)
Hada: Sip, tuvimos vuelos mágicos mientras hicimos el amor con tanto amor.
Y ahora queda el mágico recuerdo de esos vuelos... de ese amor... de nosotros dos...
Gastón... esto de las encrucijadas es cada vez más etéreo... LA ESPERA SIEMPRE ES DESQUICIANTE... LA ESPERA....
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