Sergio, Lore y Cris se iban a disfrutar del color, la música, la noche y demás fiesta en honor al Rey Momo a la ciudad de Gualeguaychú. La verdad es que queríamos ir todos, pero esta vez no se puedo por una diversidad de situaciones que cada uno anda viviendo y sobreviviendo a su manera.
Entre los primeros se encuentran Pablo, Ana y Tami que aprovecharon el decreto de Feriado de Carnaval y se fueron para la costa.
Y entre los segundos se encuentra Sebas y su relación con Vero, mi prima, que no anda del todo bien e intuyo que en cualquier momento ella agarra su bolso y se vuelve para Mendoza.
Esta fue la razón por la que una noche de fiesta en las calles, Sebas y yo nos quedamos tomando unos tragos on the rocks desde la lejana altura del balcón de mi 7º piso.
–Me parece que se acabó –disparó Sebas con precisión aunque yo intenté atenuar el impacto por un instante.
–No lo creo… Todavía faltan dos días más de murgas de nombres desaforados.
–Ya sabés a qué me refiero… Con Vero las cosas ya no están como antes. Y creo que de mi lado tampoco.
Sebas necesitaba hablar y así dejé que lo hiciera. Él sabe que no soy la persona más indicada en temas de relaciones bipersonales, pero también sabe que conmigo tiene la extrema libertad de expresión y de sentires, más allá de que la crisis sentimental sea con mi prima. Pero la balanza, y eso también lo sabe, pesa más de su lado, y por eso somos amigos.
En las calles la gente bailaba al ritmo de los tambores y bailaba entre luces de colores populares.
Nosotros en cambio nos movíamos al ritmo de los colores de nuestros tragos, y con eso teníamos más que suficiente.
Será que algunas veces, la música de fondo no combina del todo con nuestras vidas, y es una lucha constante entre el musicalizador y la puesta de escena.
No sé qué hora era, pero la medianoche ya había pasado y los redoblantes hacían un respetuoso silencio cuando golpearon la puerta. Era Vero, que me saludó con esa mirada de ojitos marrones tan lindos que es herencia familiar y del cual a mí sólo me tocó el color.
–Sebas está allá en el balcón –le dije cuando en realidad ya estaba al lado mío.
Y por eso fui testigo de un beso algo extenso-intenso que no supe distinguir entre reconciliación y despedida.
Ya solo en el depto, seguí sentado en el balcón tomando lo último que quedaba, junto a un paquete de Gitanes que también me anda acompañando, con cierta moderación, en estos últimos tiempos.
Y mientras allá abajo quedaban las huellas desprolijas del corso, acá arriba seguía respirando un tranquilo aire de borracho de carnaval.
No juzguemos para no ser juzgados
Hace 6 días
11 comentarios:
La vida es un carnaval... que debería de durar mucho más que mucho.
Yo creo que... a fin de cuentas, uno encuentra en otra persona el complemento, la comparsa, los redobles y todo el desfile de emociones y momentos que hacen de la vida un verdadero carnaval.
Y hay que jugarse, borrachos o no, a SEGUIR Y CONSEGUIR lo que se quiere y espera.
Confíe en el amor, en las relaciones bipersonales (con ud metido en una de ellas) y... deje a las Gitanas en paz, que Tami necesita un tío que baile el Vals con ella cuando cumpla 15. ;)
Un abrazo hermano, un abrazo de borracho alegrón.
"¡Siga el baile, siga el baile! Al compás del tamboril. La comparsa de los negros..."
"¡Por cuatro días locos, que vamos a vivir! ¡Por cuatro días locos, te tenés que divertir!"
Abrazo carnavalesco ligeramente etílico (parafraseándolo)
El Profesor
oh yeah ah! Q si te digo q es carnaval, apreta el pomo jajaja y yo se muy bien porque lo digo...
Sin balcon, pero mirando desde mi ventana le mando un beso comparsero ajjajaj
Pienso que se tendria que declarar un carnaval mundial, para que así todos quedemos borrachos de el una vez al año .
Los sueños, las miradas... los encuentros... desaparecí un momento ajustando la vida... siento que los sueños son lo más cercano a la realidad... llenos de color... aveces de miedos... pero ten presente que pronto podrás tocarlos... te dejo muchos abrazos! buenas vibras, cuidate mucho sip!!
No pude ver absolutamente nada del carnaval éste año. Lo sé, me lo perdí. Debió haber estado bueno.
Lo único que supe del carnaval, es que a causa de los tambores y griterios, en una plaza cercana de mi casa, mis sueños se vieron interrumpidos. Pero que más da, algún día tenía que dejar de soñar.
¡Un beso Gasti!
Y si nos emborrachamos con unos daikiris hechos por mi!!!! ¿te acordás??? No podés negar que los sé hacer... (y tantas otras cosas se me vinieron a la mente...)
Ángelos: Uno sabe cuando realmente llega el acompañamiento adecuado para los ritmos del cuore. El tema es no confundirse con la música fuerte que sale de otros cuerpos.
Y no te preocupes (ni exageres) con mis "Gitanas" que un paquete me puede durar dos semanas, por lo que tengo valses y cumpleaños de 15 hasta que una nave espacial me atropelle.
Abrazo sin máscaras!!!
El Profe: Sí, cuando empezó con los cantitos, noté cierta "alegre borrachera", jejejeje...
Pero bienvenida sea si es con tanta alegría!!!
(y encima sé que bien acompañado por Loli)
Lucy: Bueno, si vos lo decís...
Pregunta: Y para qué lado apunta tu mirada desde la ventana?
LMM: No estaría nada mal, salvo la resaca que quizás dure demasiado, jejeje.
(tendríamos que brindar con algo para darte la bienvenida, no?)
Rouse: La vida es todo eso... y mucho más!!!
Besos grandes!
Cinthia: Dejar de soñar no. Pero soñar cosas lindas que te hagan tener un buen despertar sí.
Besos dormidos...
Hada: Sip, vos los sabés hacer y yo lo sé disfrutar!
Y lo más interesante es que para las cosas que sé que te vinieron a la mente, no nos hace falta la borrachera!!!
Besos on the rocks!
Me sigue gustando lo que leo :)
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