En lo único que puedo decir que fui previsor fue en el de andar con registro de conducir sin tener auto. Y es que nunca se sabe quién puede estar más borracho que uno y motorizado.
La cuestión es que la conversación surgió y fue Sergio el que sacó de su billetera la nueva licencia de conducir con formato de tarjeta de crédito. Cuando fui a mostrar mi “tarjetón amarillo” para compararlo me dijo:
–No sólo quedó fuera de moda, sino que además está vencido.
–¿Vencido? ¿De dónde sacaste eso? –pregunté desconcertado.
–Exactamente de acá abajo donde dice “fecha de vencimiento: 7 de octubre de 2010”.
La cosa es que el otro día conseguí el turno para hoy bien temprano. A las 8.15 de la mañana tenía que estar ahí para sacar un registro nuevo y padecer de los exámenes y demás burocracias.
Al llegar al lugar me acerqué al primer mostrador y el tipo que “atendía”, de muy mala manera, me mandó a pagar no sé qué cosa.
–Pero yo quería saber primero si…
–Antes tenés que ir a la caja y pagar…
–Tengo el turno de…
–Andá a pagar primero!
–Andá a cagar vos después! –dije en un tono para que no me escuche.
Cuando vuelvo con los recibos, trato que me atienda su compañero de tortura, pero este era peor en el (mal)trato con todas las personas que andaban ahí en búsqueda del registro.
–Sacate fotocopia de las dos páginas del DNI y después vení.
Tuve que salir del lugar, buscar un perro kiosco y que el de la fotocopiadora me “aconsejara” que saque también copia de la página donde está el cambio de domicilio.
–Pero no me mudé.
–Hace como quieras, pero te lo van a pedir igual.
Regresé con todas las copias, y esperé a que me dieran bola y recibieran mis papeleríos.
Una hora después me llamaron y pasé a una oficina improvisada donde me sacaron una foto, pasé mis dedos índices por una maquinita, y firmé electrónicamente. Cuando se estaba por imprimir todo… ¡¡¡Se cortó la luz!!!
–No se sabe cuando vuelve la electricidad así que venite mañana a la misma hora.
Me fui puteando a todos en la oscuridad del lugar y sabiendo que además de perder el tiempo y ponerme de malhumor, lo peor no es que mañana tenga que volver a ese lugar, sino que no había una sola mujer linda que le pusiera vida al día de hoy.
El Camino de la Humildad
Hace 2 días