Cómo los últimos años, las despedidas y bienvenidas de año se realizaron en la casa de Sergio.
Más allá de su generosidad, contamos con su amistad, su corazón de oro, y además es el único que tiene espacio para albergarnos a todos con tranquilidad.
El día (la noche) iba tomando color y el calor era combatido con las bebidas a la temperatura ideal y con la pileta llena y limpia.
Pablo decidió hacerse cargo de pasar la música, y la verdad que no lo hizo nada mal. Y mientras sentía que iba terminando el año con la energía suficiente como para encarar el año que ya llegaba y con las soluciones mágicas como regalo navideño, la música iba sonando como música de fondo para mi vida.
Todo estaba en orden y el ambiente era festivo, relajado y sin sorpresa alguna, hasta que…
Ahí estaba ella, reapareciendo después de casi… demasiado tiempo.
Era ella, pero estaba distinta…
Se paró en la entrada que da al fondo donde nos encontrábamos todos, y las luces parecía que la seguían… al igual que mi mirada.
Saludó a alguien, aceptó un trago, levantó la mirada, y pese a todas las personas que había en el medio, me descubrió y no dudó en acercarse.
–Hola, ¿cómo estás? –me saludó con un sonoro beso Fernanda.
–Yo bien, y a vos no te pregunto lo mismo porque ya veo cómo estás –lancé el piropo demasiado temprano para mi gusto.
–Bueno, gracias, pero ya sabés la transformación que se produce en las mujeres cuando nos separamos.
–¿Te separaste? Quiero decir… ¿Te casaste?
–Jajaja… Me refiero a nosotros. ¿O no nos separamos nosotros?
Su sonrisa estaba hermosa e intacta, y yo me sentía exageradamente tonto.
–Sí, claro, está demostrado en todo este tiempo que no nos cruzamos ni once minutos.
–A veces es doloroso pero es lo mejor poner la distancia necesaria.
Continuamos hablando de nuestras vidas de los últimos meses. Y aunque habíamos intentado acercarnos a otras personas, acá estábamos, una vez más reunidos en un cambio de año, casi como una cábala mágica y poderosa.
De pronto empezó la cuenta regresiva y el 2011 se hizo presente entre gritos, risas, fuegos artificiales, y tragos de colores.
–Si estuviésemos en Nueva York estaríamos obligados a besarnos –dije algo borracho.
–Pero estamos en Buenos Aires por lo que acepto que me abraces y me desees un feliz año –contestó ella también algo borracha pero con los pies en el país.
–Feliz Año Nuevo, Fer –le dije al oído pero con el corazón–. Me alegro verte de nuevo.
–Feliz Año Nuevo, Gas –me susurró al oído mientras me abrazaba–. Y tengo la misma sensación de alegría.
En el cielo las luces seguían vistiendo todo, y dos almas volaban sinceramente contentas y despreocupadas.
No juzguemos para no ser juzgados
Hace 6 días
4 comentarios:
ahhhh esta historia de amorrrr!!!
que pensas hacer??? o mejor dicho Q VAS A HACER???jajja
Que bueno que el tema del dpto se haya solucionado....
Algun dia y cambiando de tema, te voy a contar mis teorias con respecto a vos y tu blog....
Hace mucho tiempo que te leo, anteriormente de anonima y tambien leia otro blog...que despues te contare mi teoria y vas a morir de risa!
besoo
Lucy
Me cae taaaaaaaaaaaan mal esa mina...
Donde hubo tanto fuego... mejor alejar la pirotecnia... ¿no?
Tenga cuidado, no vaya a ser que se quede oscuro y quemado en el suelo, viéndola irse con chispas y colores tras la espalda por los aires.
Un abrazo festivo, hermano. Cuidese mucho!
Lucy: Sip, por suerte el tema vivienda solucionado, aunque ahora me preocupa tu seguimiento desde hace mucho mucho tiempo.
(eso trae consecuencias, sabías? jejeje)
Y sobre tus teorías...
Si no son del tipo "Expediente X" dejamelas en mi correo..., y sinó también!!!
Besos
Yo NO SOY Cindy Crawford!!: Bueno, es según desde donde la mires
(te juro que no pensé en el Kamasutra!)
Y la verdad es que a mí hay mujeres que me han caído demasiado bien y después resultaron...
De todas maneras, con Fernanda hace tiempo que nos conocemos, y no creo que sea mala mina, de hecho...
Ángelos: "...me acerqué demasiado al sol, y mis alas se quemaron y caí..."
Despreocupesé hermanito, y disfrute de los colores nuevos de este año impar.
Abrazo enorme!
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