Estuve un buen rato resoplando y resoplando mientras pensaba mil cosas a la vez y no me decidía a tocar el timbre. Todavía era temprano y había muy poco movimiento en la ciudad. Y ahora menos después de haber chocado con la camioneta de Luis.
Los chicos querían quedarse conmigo pero les dije que era innecesario, que vayan nomás a lo de Pato y Pamela a pasarla bien con el resto del grupo. En tanto yo vería la manera de preguntarle a mi jefe si tiene alguna otra camioneta de repuesto.
La grúa dejó las tres cuartas partes de lo que quedaba de la camioneta en la puerta de donde vive Luis.
Me llevé la mano a un bolsillo amagando sacar un cigarrillo, habiendo olvidado por completo que hace cinco años había dado el último beso de humo.
Hice tiempo esperando que un meteorito cayera sobre el vehículo estacionado y quedara yo exento de culpa y cargo, pero mis contactos con la NASA desaparecieron al igual que mi imaginación realista.
Me senté un rato en el cordón de la vereda intentando invocar a la “musa de las excusas imposibles”, pero nadie se hizo presente, excepto una de esas vecinas curiosas que reconoció la camioneta de su vecino y de inmediato le tocó el timbre para saber si se encontraba bien después de tremendo choque.
—Hola, ¿Don Luis? Soy Francisca, su vecina del 6º “B” —comenzó con su comunicación vía portero eléctrico—. Simplemente vi cómo quedó su camioneta con el choque y quise saber si usted se encontraba bien.
—¿Cómo dice? Yo no choqué… —contestó Luis del otro lado.
—Quizás usted no, pero su camioneta sí. La reconozco aunque, realmente, esté irreconocible.
—Un momento… Ya bajo —dijo Luis mientras yo rezaba para que no le diera un infarto… ni me mate a mí.
Debo confesar que en ese instante también pensé si no sería posible que ese meteorito que pedía unos minutos antes, de aparecer, pudiera desviarse un poco de su trayectoria y caer sobre el peinado arreglado de la vecina metida… pero tampoco se hizo presente.
El que sí asomó su cabeza con sus ojos algo desorbitados, fue Luis, que salió del edificio y se topó con lo que era su camioneta.
—¿Qué pasó? —gritó al ver la chatarra verde.
—No sé, cuándo llegué ya estaba acá —contestó la vecina haciéndose cargo de la pregunta de Luis—. Quizás ese muchacho sepa algo… Disculpe jovencito, ¿usted vio, por casualidad, quién chocó la camioneta?
Al darme vuelta para mandar a cagar a la vieja, Luis me vio y se acercó de inmediato a mí.
—Gastón ¿qué pasó? ¿Estás bien?
Mientras Luis me alcanzaba una de las tazas de café, sentados en la mesa de la cocina, le conté lo sucedido.
—Lo importante es que ni vos ni tus amigos se lastimaron.
—Sí, gracias, pero, ¿y con el reparto qué hacemos? —pregunté más preocupado por él que por mí.
—Mirá Gastón, ayer estuve hablando con un amigo y parece que esta semana me llega, por fin, la jubilación. La verdad es que ya no tengo ganas de andar tanto tiempo en la calle, y noto que no es lo tuyo y muchas veces, además de cansado, no estás contento.
—Bueno… Yo…
—Después vuelvo a llamar a esta persona para asegurarme de que el dato que me pasó sea cierto. Y de ser así, vendo como está la camioneta y a comenzar a disfrutar de una vez por todas la vida. Después de todo, no olvidemos que me están dando una segunda oportunidad con este tumorcito que se está queriendo ir de mí. Y vos… Y vos Gastón me ayudaste mucho, muchísimo, y te doy las gracias por eso.
Y ahora ya en casa, tomando una taza grande de capuchino en el balcón, sonando de fondo Beyonce, y meditando sobre esos extraños golpes (y algunas caricias) que, muchas veces, te devuelven a la vida…
No juzguemos para no ser juzgados
Hace 3 días
15 comentarios:
Por como dejaste el auto, mínimo, esperaba una amenaza de empalada y/o lapidación...
Besos!
Bueno, por suerte acabó todo bien. Parece que la enfermedad de Luis le ha hecho cambiar las prioridades (por suerte para ti jeje).
Un besito :)
uau pues debo felicitarte gaston, la paciencia con todo ese trabajo que no te gustaba termino liberandote, te da una nueva oportunidad de tomar decisiones, espero de mayor felicidad.
no entendi que relacion tenia luis con voss, ademas de ser el dueño de la camioneta en cuestion.
tas vivouu!
Todo llega Gastón.. y no me digas que no valió la pena el agradecimiento de don Luis !!
Y a continuar la vida.
Saludos, Gastón.
José Roberto Coppola
uhhhhhh, respiraste, que reacción tan tranqui la del tipo!!!!
Siempre digo que las cosas suceden por algo...
Abrazo
aplausos para Luis.
cachetazo para la vieja metida.
abrazo para vos.
Si, a veces te da algun cross de derecha y te deja knock out o te acaricia tanto que se te duerme la piel y no sentís nada de lo que sigue...
Buenísimo que no te tiró bronca, la verdad. Un buen tipo don Luis.
Un abrazo Gastón, nos estamos viendo.
La verdad, no sé como llegué al blog, pero eso siempre es lo interesante.... 23 de Noviembre, el día de mi cumpleaños. Se me hizo tan interesante leer la otra realidad de una persona completamente diferente a mi.
Me alegro de que este ileso, que es lo más importante y me mega alegro por las energías renovadas de vivir de Luis, si todas las personas pensaran como él lo ha empezado a hacer, quizás este mundo sería mejor.
saludos!
... y cuidate!
HAcia tiempo que no me pasaba... esta noche tengo tiempo para estar tranqui y me pondré al día con algunos de sus relatos (qeu sirven de experiencia)...
por ejemplo ya me ha llamado la atención el titulo de curvas peligrosas
saludos y por acá estaré
QUe bien escrito...
se que no es lo que queres oir, pero Luis te hizo un favor.
A buscar trabajo se ha dicho.
Un beso grande y espero que estes bien Gaston
Petra
Conta Dora: Si me dan a elegir, prefiero la lapidación.
Igual gracias por las ideas, eh!!!
£udita: Sip, la verdad es que fue un final sorprendente, y por suerte sin mayores daños que la camioneta y la del auto del otro tipo.
Ahora a buscar un nuevo destino... manejando con mayor cuidado, jejeje
Ana: Sí, lástima que haya que llegar a ciertos estados para lograr los cambios tan necesarios para la vida misma.
Terapia de Piso: Sip, pero ahora caminando...
Nat: Para estar al tanto leé (si querés) 86. hormigas, y ahí está el comienzo de mi relación laboral con Luis, tema que dspués se agudizó con un tumor que tiene pero al que le está ganando al batalla.
Cris: Para qué negarlo si, efectivamente, es así.
Qué sé yo, es como que uno siente que hace (o intenta) hacer las cosas bien, y hay una respuesta del otro lado, no?
Valentina: respiré y por suerte sigue entrando aire en estos pulmones, jejeje
Cloe: Claro, el tema es cuando no le encontramos la respuesta inmediata
(y eso también por algo será...)
Bruno: Bueno, esperemos que no se mezclen los propósitos, jejeje
Ángelos: La famosa sorpresa dentro de la caja de soepresa, no?
Uno pone la cara a lo Ghandi (o Rocky) y recibís una caricia, y al revés también.
Y bue... Parte de la vida...
Hanami: Bueno, antes que nada: Happy cumple!!!.
Y después de todo: Bienvenida!!!
Y la verdad es que se necesitan de ciertos espíritus y actitudes para lograr ese muendo mejor que tanto queremos deseamos soñamos y queremos
(ah, ya lo había dicho "queremos")
Diego (cerdo): Ok, lea despacio y no se choque con el cart...
(pucha, tardé en avisarte, no?)
Petra: Sí nena, es lo que quiero oír.
Bienvenido el favor y la posibilidad de poder buscar... y sobre todo encontrar!!!
Besos
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