Mucho trabajo, la lluvia persistente, el camino resbaladizo, la precaución al volante, y el agotamiento de toda una semana, me dejaron tarde en casa, con una pizza de delivery y una peli frente al monitor de la compu.
Cerca de las tres de la mañana, todo a oscuras y yo sumergiéndome en la cama bajo el calor de las frazadas y el acolchado.
Todavía no eran las nueve de la mañana de este domingo cambiante y tranquilo cuando golpean a la puerta. Para tranquilidad de mi alma, no se trataba de la visita de problemas, sino de mi amigo Sebas.
Como en alguna otra ocasión les conté, Sebas es fanático de asistir a casamientos de desconocidos. Tiene la curiosa virtud de meterse en las fiestas y disfrutarlas al máximo mientras baila el vals con la novia y se saca fotos divertidas con el novio.
Ahora se encuentra viviendo un tiempo de alegrías compartidas gracias a su amor deportivo por la camiseta de Huracán.
Pero Sebas, que es sobre todo un AMIGO con mayúsculas (ya hablé de él en el día 57. mi amigo sebas) tiene también la increíble e impredecible capacidad de elaborar teorías sobre el fascinante y enigmático universo femenino.
Y ahí estaba Sebas, enfundado en su mejor traje, con huellas del descarrilado carnaval carioca al que asistió anoche sin invitación alguna.
—Hola Sebas, es temprano… ¿Estás borracho o pasó algo?
—Ninguna de las dos. Simplemente vengo a tomar unos mates con vos y a contarte mi último descubrimiento —dijo mientras abría el paquete de facturas que traía de alguna confitería y varias porciones de torta de los desconocidos y felices recién casados.
Mientras ponía a calentar el agua y preparaba el mate, Sebas me seguía hablando con el entusiasmo del científico loco que descubre una pócima secreta.
—Hace tiempo que estaba investigando sobre el tema. Y después de realizar algunas encuestas a mi alrededor, anoche pude hablar con mujeres que no conocía y que validaron mi descubrimiento.
—¿Y de qué se trata, che? —quise apurar mientras le daba el primer mordiscón a una medialuna.
—Es algo que va a revolucionar la vida de todos… Bueno, no sé si de todos, pero sí de varios.
—Te escucho…
—Pero no sé si contártelo a vos —dijo de pronto poniendo un freno y acrecentando el misterio.
—Mirá, te agradezco por el desayuno y la visita, pero si estás acá y comenzaste a hablar, mejor que termines con tu teoría y me pongas al tanto de la misma.
—Sí, te voy a contar, pero es que sé que va a ser un antes y un después.
—¿Un antes y un después de qué?
—Es que este descubrimiento que acabo de hacer puede cambiar el destino de muchas vidas.
—Vos sabés que mi destino cambia a cada día, así es que tomá un mate y contame ya de qué trata todo.
—Ok… Ahí va… —se preparó después de pasarme el mate, tomar aire, y asegurarse de que le estaba prestando de manera absoluta toda mi atención—. Según observaciones agudas, experiencias personales y ajenas, y testimonios altamente confiables de primeras personas, puedo asegurar en este último domingo de mayo que…
—Que…
—Que las mujeres que usan botas largas por encima del jean o del pantalón que usen en ese momento, disfrutan, gozan y/o tienen predilección por el sexo anal.
Al escuchar esto volqué el mate y me atraganté con la crema pastelera de una exquisita factura.
—¿Qué decís?
—Lo que acabas de escuchar… Las mujeres que llevan botas por encima de sus pantalones o con estas dentro de las botas, les gusta el sexo anal.
—¿Pero vos estás seguro?
—Claro —contestó Sebas con la seguridad y seriedad con las que siempre exponía sus teorías naturales al mismo tiempo que lograba levantar una sola ceja.
—Y… ¿entonces? —pregunté con mi inocencia de un domingo tempranero.
—Y entonces nada. Simplemente eso —contestó Sebas dando por finalizado el tema y comenzando a comer un cañoncito de dulce de leche.
—Y bue…
A media mañana Sebas se fue a dormir a su depto y yo me quedé haciendo algunos trabajitos en la compu mientras de fondo sonaba un disco de The Beatles.
Cada tanto me asomaba al balcón pero desde la altura de un séptimo piso no se alcanza a ver con qué pisan las baldosas las mujeres del barrio.
Y bue…
El Camino de la Humildad
Hace 2 días