jueves, 1 de enero de 2009

01. génesis

Me despierto con la resaca suficiente como para no saber por qué estoy desnudo, dónde está mi ropa, no reconocer la habitación en la que me encuentro, y no recordar quién es la chica que se encuentra también desnuda y dormida a mi lado. Bueno, por lo menos ya resolví la causa de mi desnudez.
La claridad del primer mediodía del año se filtra por entre las cortinas y mi vista se va adaptando al lugar. Poco a poco voy encontrando mis zapatos, mi camisa, el pantalón y el calzoncillo, aunque no en ese orden.
Me comienzo a vestir intentando no hacer ruido, y cuando termino a duras penas de hacerlo, ella está sentada sobre la cama observándome divertida.
—¿Intentabas escaparte? Es una lástima —dice mientras me deja ver sus primeras y sinuosas curvas—, porque resultaste muy bueno para la venganza y yo quería continuar con mi placentero resarcimiento.
Aunque me dieron un poco de miedo sus misteriosas palabras, mi instinto me llevó a dejar la ropa a la vista y volver a la cama donde me esperaba esta mujer a la que no recordaba haberla visto antes pero que seguro ahora no la olvidaría con facilidad.

Al llegar a casa comienzo a recordar algunos sucesos de las últimas horas:
1)- Con mi novia Fernanda asistimos a la reunión de fin de año en casa de Sergio, organizada hace unos 365 días atrás.
2)- Desde temprano la música tapó el silencio, la pileta se llenó de variedad de visitantes, el ambiente estaba plagado de extraños y conocidos, y las bebidas parecían ser infinitas.
3)- Tres minutos antes del comienzo del nuevo año, Fernanda me anunciaba que me estaba dejando para irse con su amigo Fernando, que no sólo estaba presente en la fiesta, sino que acompañado de la hasta entonces su novia.
4)- Antes de que pudiera decir algo, el cielo se llenó de fuegos artificiales, de festejos ajenos, de personas lanzándose vestidas en la pileta, de música acompañando los diferentes ritmos internos, de vasos vacíos y vueltos a llenar como por arte de magia, de borracheras crueles y de despedidas para casi siempre.
5)- Una mano me toma de un brazo y me lleva a un lugar aparte. Se trata de Lucía (la ex de Fernando) y me dice algo al oído que no llego a escuchar ni descifrar. De todas maneras me alcanza unas botellas frías que saca de la heladera y me hace seguirla hasta el auto de ella, al que subo y desaparezco con rumbo impreciso.


Ahora me encuentro en mi depto descubriendo finalmente quien era la belleza desnuda, vengativa y sexualmente activa, al mismo tiempo que intento que se me vaya el dolor de cabeza… en plural.
Y como si esto no alcanzara y por el mismo precio, acá estoy (in)cómodamente sentado frente al teclado vomitando estas palabras, este resumen del día, esta forma de tortura literaria que me halla comenzando el año sin mi novia de los últimos tres años, y con mi cuerpo lleno del aroma excitante del cuerpo de la ex novia del nuevo novio de mi ex novia.
Demasiado complicado para el primer día del resto de mi vida.

Razón por la que si alguien, sea quien sea, se tropezara con este diario privado y leyera esto (algo tan improbable como imposible) me animaría a preguntarle si alguna vez tuvo un comienzo de año tan desconcertante como este que acabo de vivir, padecer y disfrutar en menos de 24 horas y en una sola vida.

En una sola vida, que es mi vida, y que no es otra cosa que el génesis de mi vida a diario.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Gastón, me alegro que hayas comenzado con esto y que me tengas como uno de los que te dieron el puntapie para comenzar. Lástima que Fernandita te haya dado otra clase de patada para el primer día, jajajajaja.
Ok, sé que no es gracioso, pero recién estoy despertando de la festichola de anoche y me estoy enterando a través de tu diario de lo acontecido.
Recibí mis disculpas por leerte sin permiso, y te espero para las charlas de siempre sobre lo de siempre...

Pablo

P.D.: ¡Cómo te envidio la madrugada mañanera con Lucía!

Gastón dijo...

Queridísimo Pablo, no me envidies, bah, sí, hacelo, está bien.
De todas maneras, entre nos, siguo mal por lo de Fernanda, pero no puedo ni quiero comenzar el año como lo terminé.

En estos días nos estamos viendo, sí?

Abrazo grande

Cecilia dijo...

Sigo leyendo.

Gastón dijo...

Cecilia: Gracias por posar tus ojos por acá.

Besos en continuado

el_iluso_careta dijo...

la respuesta a tu pregunta...
la verdad que no...

...(des)encontrada... dijo...

Tuve comienzos de años raros... pero no tanto.

Besos!

D

Guadyx dijo...

mmmmmm por que seré tan incredula!!!???