viernes, 16 de enero de 2009

16. un pasaje hasta ahí

—¿A qué hora llegás a tu casa?
—Por el trabajo que estoy adelantando, calculo que a las cinco ya estoy afuera ¿Por?
—Tratá de hacer lo más rápido posible. A las 19 te paso a buscar y nos vamos en mi auto a pasar el finde en San Bernardo.

Sol, arena y mar…
¿Cómo negarme a esta invitación veraniega de Lucía?


Mientras lleno un bolso mediano con algunas cosas, voy recordando la última vez que anduve bronceándome sobre esas cálidas arenas argentinas.
Y si la memoria no me falla, esto fue hace tres años, justo antes de conocer a Fernanda.
Viajamos en micro Cristian, Sergio, Lore, Natalia (recién separada), Lola, y Pablo se nos unió a los pocos días.
Entre todos habíamos alquilado por un mes una casita con fondo (como querían las chicas) y con parrilla (como queríamos los chicos), a cinco cuadras del mar.
A media mañana, después de organizarnos, nos íbamos a la playa y hasta que el sol no desaparecía no nos volvíamos.
Por las noches, después de cocinar algo en la parrilla, nos íbamos a bailar y a tomar algo por ahí, o simplemente nos volvíamos a la playa a acostarnos bajo ese manto de estrellas mientras Sergio tocaba con la guitarra esas canciones conocidas.

Una semana después…
Lore convenció a Sergio de acompañarla a salir a correr bien temprano por la playa.
A Natalia se le apareció Mauricio, el último de quien se había separado (en aquel tiempo), y juntos se fueron a pasar los últimos días a Mar del Plata, donde él había alquilado un depto.
Pablo que había estado buscando el momento para tirarse sobre Natalia, decidió emigrar hacia otras arenas donde paraba un grupo de chicas que ya conocía… muy bien.
Cristian se quedaba en la casa porque se había insolado.
Y Lola y yo tuvimos tiempo de mirarnos con otros ojos y así probar la incomodidad de la arena entre dos cuerpos desnudos.

A los veinte días Lore seguía en forma con sus corridas playeras, y Sergio abandonando la gimnasia veraniega… para siempre.
Natalia, después de unos días de reconciliación en Mar del Plata, regresaba, una vez más, separada.
A Pablo lo reencontramos un día antes de volvernos a la ciudad, flaco, ojeroso, y con una sonrisa pegada a la cara.
Cristian se había recuperado de la insolación, pero por precaución sólo iba a la playa de 8 a 10 y después de 18 a 19, por lo que estaba tan blanco como el primer día que llegamos.
Y Lola y yo seguimos un tiempo bien hasta que al terminar las vacaciones algo pasó y cortamos.

Así y todo resultó un verano inolvidable y muchas veces, cuando nos encontramos, revivimos esos buenos recuerdos que no se olvidan.


Bueno, ya es la hora. Lucía me está esperando abajo con el auto en marcha y en dirección a la playa.
Seguramente, el lunes cuando reaparezca, les cuento qué pasó y cómo fue todo.

Sol, arena y mar, y acompañado de una sirena...
¿Cómo negarme a esta invitación veraniega de Lucía?

8 comentarios:

Terapia de piso dijo...

Otro momento para los archivos de tus recuerdos veraniegos.

José Roberto Coppola

Cecilia dijo...

Si existe, andá a comer a "La Cuccinota" ahí en la peatonal y si te gusta la fugazza rellena, comé una en mi honor!!!

Así que Lucía, ¿Galán?

:P

Anónimo dijo...

aaahhhh... qué lindos recuerdos, qué buen verano que pasamos todos juntos. aunque la verdad es que no sabía que serg había dejado la gimnasia por mi culpa ¡malos que son!
me gusta leerte siempre y no me hagas quedar mal. que tiene de malo que me guste estar bien, ¿o no estoy bien acaso?
te mando un besito y que la pases bien en san bernardo.
lore
cuando vuelvas nos vemos ¿si?

Call me crazy! dijo...

Qué buenos recuerdos!
Idas, venidas, yo contigo, yo con él... Verano del 98 acaso?! :-P

Gracias por la sonrisa recientemente robada

Anónimo dijo...

Jajaja, guachito, ¿quién te dijo que yo avancé a Nati? No inventes historias que fue ella la que se me insinuó y por eso me tuve que ir por no soportar su acoso, jajaja.

Te mando un abrazo grande, pasala bien (OBVIO), nos vemos a la vuelta así me contás con detalles, jajaja.
Chau loco!!!
Sir Pablo

Cecilia dijo...

Gastón, todo muy lindo, no, pero

¿y el amor? Digo, el verdadero. ¿O no crees en el amor para más de unas temporadas?

Gemma dijo...

Está fenómeno, Gastón, que te aproveche. Dejate mimar por Lucía.Besos

Gastón dijo...

Terapia de piso: Para bien o para mal, este paseo costero contribuirá a esas anécdotas que, para bien o mal, siempre están.
Abrazo para recordar.

Cecilia: Tus deseops gastronómicos serán una orden para mí.
Besos condimentados

Lore: Qué pregunta, cómo no vas a estar bien vos? Y Serg no dejó la gimnasia, se la dejó compleamente olvidada.
Te mando un beso y acá estoy

Call me crazy: verano del 98 no por dos sencillas razones...
1. Fue después de esa fecha.
2. Había mucha más diversión.

Te mando un beso libre y me alegro en ser el ladrón de tu sonrisa (que imagino muy linda)

Pablo: Querés detalles... Te espero en casa!!!
Abrazo veraniego

Cecilia: Creo en el amor para toda la vida, pero sobre todo en la vida para todo el amor.

Gemma: En eso estoy, querida gemma, en eso estoy...
Besos mimosos