domingo, 11 de enero de 2009

11. de carne somos

Pasadas las 10 de la mañana suena mi celular y lo atiendo porque se trata de Sergio.
—¿Qué pasó? ¿Dónde estás? ¿Me necesitás? —son mis primeras preguntas curiosas, incisivas, preocupantes y algo dormido.
—Nada, después te cuento. Te llamo porque hay asado en casa y…
—Llevo las bebidas, ¿cuántos somos?
—Pato, Pamela, Cristian, Lore, Pablo, Alejandro, Natalia, vos, yo, y no sé si Lucía también quiere venir.


Dos minutos antes del mediodía llegamos a lo de Sergio, que nos da la bienvenida con su calidez natural y la obligada por los 30º que inunda la ciudad.
Todos los presentes ya nos conocemos, pero aprovecho para presentárselos a ustedes, curiosos y diarios lectores.

Pato: Utilizó una herencia para abrir y trabajar un locutorio-ciber-kiosco por la zona de San Telmo. Habita un depto por la misma zona que compró y arregló con parte del mismo dinero recibido. Vive junto a un felino (no lo compró, se le encontró y adoptó). Su mejor amiga se llama Pamela, con quien comparte muchas cosas de su vida.

Pamela: No recibió ninguna herencia de nadie. Trabaja en el locutorio-ciber-kiosco de Pato. No vive en San Telmo pero pasa varios de sus días y noches en ese barrio. Su mejor amiga es, precisamente Pato, con quien comparte muchas cosas de su vida. También se lleva muy bien con su mascota.

Cristian: Ya más o menos lo van conociendo porque en la semana siempre me encuentro o hablo con él. Es muy buen tipo, algo intratable por momentos, pero con un gran corazón. Casi siempre tiene alguna dolencia que aparece tan mágicamente como desaparece. Hoy se encarga de hacer el asado para todos… menos para él que comerá una ensalada preparada por sus propias manos.

Lore: Una mina que vive de acuerdo al axioma: “vida sana in corpore sano”. Y por lo que se puede apreciar de su proporcionado cuerpo, lleva una vida intensamente sana. Sus ojos claros hacen juego con una sonrisa que la hace brillar. Curiosamente soltera, trabaja como recepcionista en una clínica de salud.

Pablo: Es aprendiz de abogado y amigo de los amigos, realizando una curiosa contradicción. Le gusta vivir la vida loca e invita a todos lo que puedan y quieran a seguirlo. Coleccionista de los juegos de nuestra época, ir a visitarlo es permitirse una entrada a lo mejor de nuestra niñez. Vive en la casa de sus padres y con sus padres. Eso también nos conduce a una parte de nuestra niñez.

Alejandro: No nos llevamos nada bien. Entre él y yo hay algo personal que ya lleva sus buenos años. Quizás algún lunes maldito cuente su historia. Que él esté acá presente habla muy bien de los demás.

Natalia: Así como hay personas que su sueño en la vida es casarse, pareciera que a ella le gusta divorciarse. Va por su séptima separación y se la ve radiante, divertida, espléndida. Quizás porque se lleva muy bien con todos sus ex, y a ellos les gusta reencontrarse con ella para vivir buenos momentos del pasado que no deja de pasar.

Lucía: Comenzamos el año juntos por una circunstancia traumático-amorosa de la vida y ahora seguimos viéndonos bastante seguido. Es toda una dama en público y todo lo contrario en privado. Ustedes ya la conocen y yo cada vez descubro más cosas de ella… en privado.

Sergio: Al tercer día de comenzar este diario ya lo describí. Estando hoy al día 10 sigue igual. Buen tipo y pelado al extremo.

Ellos son parte de los amigos (menos uno) que la vida y sus esquinas me pusieron en el camino. Y son los que hacen de mi vida, algo que valga la pena vivir. Porque más allá de los defectos y virtudes tan humanamente humanas que tenemos, son las personas con las que me gusta estar.
Y es que, como en alguna época gritaba con su típico vozarrón el amigo Guillermo Francella: Al fin y al cabo… ¡de carne somos!

2 comentarios:

Gemma dijo...

A mí me pasa con algunos de mis compañeros de secundario que aunque somos muy distintos nos entendemos y nos tenemos un cariño que supera el tiempo que no estamos juntos y cuando nos reencontramos: ¡Parece que fue ayerrrrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!!

Hay algo que une a las personas... alguna afinidad que nos reúne y que nos hace sentir cómodos.


Beso al lado de la pile.

Gastón dijo...

Sip, por estos lados sucede que nos conocemos (casi) todos de distintos lugares sociales y geográficos, pero nos queremos con la misma intensidad.

(y estos son sólo algunos, eh)

Besos amistosos